Hipolinda, la hipopótama bailarina



Había una vez en la sabana africana, una hipopótama llamada Hipolinda, que soñaba con ser bailarina clásica. Desde pequeña, Hipolinda admiraba a los elefantes bailarines que veía en el circo que visitaba una vez al año.

A pesar de las risas y comentarios de los demás animales, Hipolinda practicaba en secreto cada día, escabulléndose al río para ensayar sus movimientos. Un día, mientras bailaba, un grupo de flamencos la vio y quedaron sorprendidos por su gracia.

Uno de ellos, llamado Federico, se acercó y le dijo: '¡Eres maravillosa! Deberías mostrar tu talento al mundo'. Hipolinda, emocionada por el apoyo inesperado, decidió seguir su consejo. Con la ayuda de Federico, entrenó arduamente y logró perfeccionar sus movimientos.

Pronto, se convirtió en una bailarina excepcional. Después de un espectáculo en el río, un famoso coreógrafo le ofreció la oportunidad de unirse a una compañía de ballet y viajar por el mundo.

Hipolinda no dudó ni un segundo y se embarcó en una emocionante aventura. Con cada nueva ciudad, aprendía sobre diferentes culturas y estilos de baile. Hipolinda se convirtió en una inspiración para muchos animales que, como ella, tenían sueños poco convencionales.

Al final de su viaje, regresó a la sabana como una bailarina famosa y querida por todos. A partir de ese día, cada vez que volvía al río, Hipolinda enseñaba a los animales de la selva que los sueños pueden convertirse en realidad si se trabaja con esfuerzo y perseverancia.'

FIN.

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