Hissy, la Cucaracha Valiente y el Jardín de Amistad
Había una vez, en un pequeño rincón del jardín de una casa, vivía Hissy, la Cucaracha Valiente. Hissy era diferente a las demás cucarachas, no le gustaba asustar a las personas ni esconderse en lugares oscuros.
A ella le encantaba explorar y hacer amigos. Un día, mientras Hissy paseaba por el jardín, escuchó unos llantos provenientes del arbusto de rosas. Se acercó sigilosamente y vio a Tito, el ratoncito temeroso atrapado entre unas ramas espinosas.
"¡Ayuda! ¡No puedo salir!"- gritó Tito desesperado. Hissy no dudó ni un segundo y se adentró en el arbusto con valentía para rescatarlo. Con sus patitas ágiles y su astucia logró liberarlo sin lastimarse.
"¡Gracias Hissy! Eres la más valiente de todas"- exclamó Tito emocionado. Poco después, mientras jugaban cerca del estanque, oyeron los chillidos angustiados de Lila, la ranita aventurera que había quedado atrapada en una red abandonada por los humanos. "¡Hurry! ¡Necesito ayuda!"- suplicó Lila asustada.
Sin pensarlo dos veces, Hissy corrió hacia la red y comenzó a morderla hasta romperla. Liberando así a Lila quien saltó felizmente hacia el agua fresca del estanque. "¡Gracias Hissy! Eres nuestra heroína"- croó Lila con alegría.
A medida que pasaban los días, cada vez más animales del jardín conocían las hazañas de Hissy y acudían a ella en busca de ayuda.
Desde el colibrí atrapado en una telaraña hasta la mariquita perdida entre los arbustos, todos encontraban consuelo y rescate gracias a la valentía de Hissy.
Un día, mientras Hissy descansaba bajo un árbol, llegó Mateo, el perrito curioso y le contó que había visto a Lucas, el gatito travieso, subir al tejado de la casa y no poder bajar. "Hissy, por favor ayúdalo. ¡Está muy asustado!"- suplicó Mateo. Hissy sabía que subir al tejado era peligroso para ella ya que estaba expuesta a ser vista por los humanos.
Pero su amistad con Lucas era tan fuerte que decidió enfrentar ese miedo y ayudarlo. Con movimientos sigilosos y mucha determinación, Hissy trepó por las paredes hasta llegar al tejado donde encontró a Lucas temblando de miedo.
Con mucho cuidado lo tomó entre sus patas y descendió lentamente hasta el suelo sano y salvo. "¡Gracias Hissy! Eres increíble"- dijo Lucas impresionado. A partir de ese día, todos los animales del jardín sabían que podían contar con Hissy cuando necesitaran ayuda.
Juntos formaron un equipo inseparable que se encargaba de protegerse mutuamente. La valentía y amabilidad de Hissy inspiraron a otros insectos del jardín a actuar con bondad hacia los demás.
Pronto todos aprendieron que no importa lo pequeños que sean, pueden hacer grandes cosas cuando trabajan juntos y se apoyan unos a otros. Y así, Hissy la Cucaracha Valiente, junto a sus amigos animales, vivieron en armonía y felicidad en el hermoso jardín de la casa.
FIN.