Huella y el poder de la amistad


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un grupo de animales que vivían en armonía. Entre ellos se encontraba Huella, un tierno perrito con manchas negras y blancas que siempre tenía una sonrisa en su rostro.

Huella era muy querido por todos los habitantes de Villa Esperanza. Siempre estaba dispuesto a ayudar y a alegrar el día de quienes lo rodeaban. Pero había algo que preocupaba a Huella: las redes sociales.

Un día, mientras navegaba por internet, Huella descubrió una página donde los animales del pueblo podían compartir fotos y comentarios. Al principio, todo parecía divertido para Huella. Compartía fotos de sus travesuras y recibía muchos "me gusta" y comentarios positivos.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Huella comenzara a recibir mensajes desagradables e insultos en la misma página. Otros animales le decían cosas como: "Eres feo", "Nadie te quiere", "No vales nada".

Estos comentarios hicieron que Huella se sintiera triste y desanimado. "¿Por qué me dicen esas cosas tan malas?", se preguntó Huella angustiado.

El bullying virtual afectó tanto a Huella que dejó de salir de su casa y evitaba cualquier tipo de interacción con los demás animales del pueblo. Su sonrisa había desaparecido por completo. Un día, mientras caminaba sin rumbo fijo por las calles vacías del pueblo, se encontró con Lucas, un sabio búho que siempre tenía respuestas para todo.

"Hola Lucas", dijo Huella con voz apagada. "Estoy tan triste por los comentarios malos que recibo en las redes sociales. No entiendo por qué me dicen cosas tan feas".

Lucas, con sus grandes ojos brillantes, miró a Huella con ternura y le dijo: "Querido Huella, no debes permitir que las palabras hirientes de otros afecten tu felicidad. Recuerda que lo más importante es cómo te sientes contigo mismo".

Huella escuchaba atentamente cada palabra de Lucas y poco a poco comenzó a sentirse mejor. "Pero Lucas, ¿cómo puedo superar esto?", preguntó Huella con esperanza en sus ojos. Lucas sonrió y respondió: "Primero, debes recordar que eres especial y único.

No importa lo que digan los demás, tú vales mucho. Segundo, no te tomes en serio los comentarios negativos de personas que solo buscan hacer daño. Por último, rodeate de aquellos que te quieren y aceptan tal como eres".

Huella asintió con determinación y decidió seguir el consejo de Lucas. Volvió a salir al pueblo y se reunió con sus amigos animales para jugar y divertirse juntos. A medida que pasaba el tiempo, la fama del grupo creció en las redes sociales.

Pero esta vez Huella estaba preparado para cualquier comentario negativo. Cuando alguien intentaba herirlo con palabras crueles, él simplemente lo ignoraba.

La actitud positiva e indiferente de Huella ante el bullying virtual inspiró a muchos otros animales del pueblo a hacer lo mismo. Pronto todos aprendieron la importancia de valorarse a sí mismos y no permitir que las opiniones negativas les afectaran. Desde ese día, Villa Esperanza se convirtió en un lugar donde reinaba el respeto y la aceptación.

Huella demostró que el amor propio y la amistad son más fuertes que cualquier palabra hiriente.

Y así, Huella enseñó a todos una valiosa lección: no importa lo que digan los demás, siempre debemos ser fieles a nosotros mismos y encontrar nuestra felicidad dentro de nuestro propio corazón.

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