Hugo y la valentía del miedo



Había una vez, en la selva africana, un hipopótamo llamado Hugo. Era un hipopótamo muy grande y fuerte, pero tenía un gran miedo: el agua.

Cada vez que veía el río o cualquier otro cuerpo de agua, su corazón latía a mil por hora y se ponía a temblar. Todos los demás animales de la selva se burlaban de él y lo llamaban cobarde. Un día, mientras caminaba por la selva, Hugo escuchó unos gritos desesperados.

Se acercó corriendo y vio que era una cría de elefante que había caído al río y no sabía nadar. Al verla en peligro, Hugo decidió enfrentar su miedo para salvarla.

-Tienes que agarrarte de mi lomo -le dijo Hugo al elefantito-. Yo te llevaré hasta la orilla. El elefantito se aferró con todas sus fuerzas al lomo del hipopótamo mientras éste comenzaba a nadar hacia la orilla.

El agua estaba fría y oscura, pero Hugo seguía adelante sin detenerse. -¡Vamos! ¡Ya casi llegamos! -gritaba Hugo mientras avanzaba con dificultad debido al peso extra del elefantito sobre su espalda. Finalmente logró llegar a la orilla sano y salvo junto con el pequeño elefante.

Los demás animales quedaron impresionados por lo valiente que había sido el hipopótamo al enfrentar su mayor miedo para salvar a alguien más. Desde ese día en adelante, todos los animales respetaron mucho más a Hugo y dejaron de burlarse de él.

Además, Hugo se dio cuenta de que no tenía nada que temer al agua y comenzó a nadar con más confianza.

La valentía y el coraje de Hugo inspiraron a todos los animales de la selva, especialmente a aquellos que también tenían miedos. Aprendieron que siempre hay una forma de superar los miedos y hacer lo correcto, incluso si eso significa enfrentarse a lo desconocido.

Y así, gracias al valor del hipopótamo llamado Hugo, la selva africana se convirtió en un lugar donde todos los animales aprendieron a respetarse y trabajar juntos para ayudarse mutuamente.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!