Ili y el Bosque de las Letras Mágicas



Era un día soleado y fresco cuando Ili, una niña curiosa de ocho años, decidió explorar un bosque cercano a su casa. Dicen que el bosque es mágico, pero nunca antes había tenido el valor de adentrarse en él. A medida que se adentraba, comenzó a notar algo extraordinario: los árboles tenían hojas que brillaban con letras doradas.

"¡Mirá esas hojas!" - exclamó Ili, maravillada.

La curiosidad la llevó a tocar una de las hojas. En ese instante, una suave brisa la rodeó y, de entre los árboles, apareció un hermoso unicornio de crin plateada.

"Hola, Ili. Soy Lumis, el unicornio guardián de este bosque mágico. Estas hojas son especiales; cada letra te llevará a un mundo lleno de aventuras y conocimientos. ¿Quieres aprender a leer?" - le preguntó Lumis con voz suave.

Ili asintió emocionada, y Lumis le explicó que cada letra representaba una puerta a diferentes historias.

"El 'A' te llevará al Valle de las Aves Cantoras, el 'B' a la isla de los Barcos de Papel, y así sucesivamente. Solo necesitas tocarlas con tu dedo y desear entrar" - dijo Lumis.

Ili, llena de entusiasmo, decidió comenzar por la letra 'A'. Al tocar la hoja, un destello de luz la envolvió y, de repente, estaba en un hermoso valle lleno de aves de colores vibrantes que cantaban melodías encantadoras.

"¡Hola! Soy Ana, la ave cantora. ¿Quieres aprender nuestra canción especial?" - le dijo una de las aves.

Ili prestó atención y, con la ayuda de Ana, aprendió a cantar la canción del 'A'. Con cada nota, sentía que las letras cobraban vida en su mente.

Después de un tiempo, regresó junto a Lumis.

"¡Lo logré! Ahora sé cantar la canción del 'A'" - dijo Ili con una gran sonrisa.

"¡Maravilloso! Cada letra tiene su magia. Ahora, ¿qué letra deseas explorar?" - preguntó Lumis.

Ili eligió la letra 'B'. En un abrir y cerrar de ojos, se encontró en la Isla de los Barcos de Papel, donde los barcos navegaban por aguas tranquilas.

"¡Bienvenida! Soy Bruno, el barco de papel. ¿Quieres unirte a nuestra regata?" - le dijo un barco mientras lo esperaba.

Esa fue otra gran aventura. Ili aprendió a navegar y a construir su propio barco de papel mientras danzaban juntos por las aguas. Pronto, ella se dio cuenta de que, a medida que aprendía, sus habilidades para leer también mejoraban.

Pero, al volver a encontrarse con Lumis, la niña se sintió insegura.

"¿Podré aprender todas las letras y sus aventuras?" - preguntó Ili, un poco preocupada.

"Claro que sí, porque aprender no es solo conocer. Aprender es vivir las experiencias. Y lo mejor está por venir. Vamos a la letra 'C', ¡te sorprenderá!" - respondió Lumis con una sonrisa.

Y así, Ili continuó su aventura por el bosque, visitando el Castillo de las Cuentistas para el 'C', donde las historias al aire eran contadas por hadas, y el Planetario de las Palabras para el 'P', donde las estrellas formaban palabras en el cielo.

Cada vez que Ili regresaba junto a Lumis, llevaba consigo nuevas habilidades y aventuras que compartía con sus amigos y familiares. Sin embargo, la noche se acercaba, y el bosque empezaba a cambiar.

"Es hora de regresar, Ili. Pero recuerda, estas letras nunca se irán. Siempre estarán contigo en el corazón de tu aprendizaje" - dijo Lumis, mientras la luz chispeante del bosque empezaba a atenuarse.

"¡Volveré!" - prometió Ili con determinación.

Al llegar a casa, Ili se sentó en su jardín y abrió un cuaderno. Expresó todo lo que había aprendido y lo compartió con sus amigos. Pronto, los niños del vecindario se unieron a ella, y juntos comenzaron un club de lectura inspirado en las aventuras del bosque encantado.

Ili comprendió que cada letra era más que una simple forma; era una puerta abierta a la imaginación, la creatividad y la amistad. Había aprendido a leer no solo para sí misma, sino para compartir su mágico descubrimiento con el mundo. Y así, el bosque de las letras mágicas se volvió parte de su corazón para siempre.

FIN.

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