Ines, la mecánica del campo
Había una vez una niña llamada Ines que vivía en un pequeño pueblo rodeado de campos verdes y extensos. Desde muy joven, Ines amaba pasar tiempo al aire libre y ayudar a sus padres en las tareas del campo.
Pero su gran pasión era conducir el tractor. Un día, mientras Ines estaba ayudando a su padre a arar la tierra con el tractor, se dio cuenta de que algo no andaba bien.
El motor comenzó a hacer ruidos extraños y luego se detuvo por completo. - Papá, ¿qué está pasando? -preguntó preocupada Ines. - Parece que el tractor ha tenido un problema mecánico -respondió su padre-. Tendremos que llamar al mecánico para que lo repare.
Ines se sintió triste porque sabía lo importante que era tener el tractor en funcionamiento para poder continuar trabajando en el campo. Así es como decidió tomar acción y hacer algo al respecto.
- Papá, yo puedo arreglar el tractor -dijo decidida Ines-. He estado viéndote trabajar con él durante tanto tiempo ¡que sé exactamente qué hacer! Su padre estaba sorprendido pero confiaba en ella.
Le dio las herramientas necesarias y le explicó cómo debía proceder paso a paso. Y así fue como la pequeña Ines trabajó duro durante todo el día hasta lograr reparar completamente el tractor.
Al día siguiente, cuando llegaron los mecánicos para repararlo, quedaron asombrados al verlo ya funcionando perfectamente gracias al trabajo de la pequeña Inés. Desde ese momento, todos los vecinos del pueblo comenzaron a reconocer la habilidad de Inés como mecánica y muchos acudían a ella para pedirle ayuda con sus propios tractores.
Ines se sintió muy orgullosa de sí misma y comprendió que, aunque era pequeña, podía hacer grandes cosas si se lo proponía. Así es como decidió estudiar mecánica agrícola y convertirse en una experta en la materia.
Desde entonces, Ines ayudaba a su padre en el campo durante los días de semana y reparaba tractores en su taller durante los fines de semana. Y así fue como logró cumplir sus sueños gracias a su determinación y pasión por el trabajo duro.
FIN.