Isa, la amiga del bosque
Érase una vez en un bosque encantado, vivía una señorita llamada Isa. Ella era conocida por su amor y cuidado hacia la naturaleza y todos los seres que habitaban en ese mágico lugar.
Isa se levantaba todas las mañanas al canto de los pájaros y salía a recorrer el bosque para asegurarse de que todo estuviera en armonía. Un día, mientras caminaba por el sendero de flores coloridas, escuchó un llanto proveniente detrás de unos arbustos.
Se acercó con curiosidad y descubrió a un pequeño zorrito atrapado entre ramas espinosas. "¡Oh, pobrecito! No te preocupes, yo te ayudaré", expresó Isa con ternura mientras liberaba al animalito con cuidado.
El zorrito, agradecido, le contó a Isa que había perdido a su familia durante una tormenta y no sabía cómo encontrarlos. Sin dudarlo, Isa se ofreció a ayudarlo y juntos emprendieron un viaje por el bosque en busca de la madriguera donde vivían los demás zorros.
Durante su travesía, se encontraron con varios desafíos como ríos caudalosos que debían cruzar o árboles caídos que bloqueaban el camino. Pero con ingenio y valentía lograron superar cada obstáculo trabajando en equipo.
"No te preocupes, juntos podemos lograrlo", decía Isa animando al pequeño zorro cuando este sentía miedo o cansancio. Finalmente, luego de días de búsqueda incansable, encontraron la madriguera familiar. El pequeño zorro corrió emocionado hacia sus padres quienes lo recibieron entre lamidas cariñosas.
Todos estaban felices y agradecidos con Isa por haber reunido a la familia nuevamente. "Gracias por todo Isa, sin tu ayuda no sé qué hubiéramos hecho", expresó la mamá zorra con lágrimas de alegría en sus ojos.
Isa sonrió dulcemente y les dijo: "En este bosque todos somos una gran familia y siempre estaremos para cuidarnos unos a otros". Desde ese día, el nombre de Isa resonaba en cada rincón del bosque como símbolo de bondad y solidaridad.
Los animales sabían que podían acudir a ella en momentos difíciles y aprender valores importantes como trabajo en equipo, amistad y respeto por la naturaleza.
Y así fue como la señorita Isa siguió viviendo feliz rodeada del amor de todos los seres del bosque que consideraba su hogar.
FIN.