Isabela, la bailarina futbolera


Isabela era una niña muy talentosa y apasionada por dos cosas: la danza artística y el football.

Desde pequeña, había demostrado un gran interés en ambas disciplinas, pero siempre se encontraba con la misma pregunta de parte de su familia y amigos: ¿Cómo puedes hacer las dos cosas al mismo tiempo? Pero Isabela no se dejaba desanimar por los comentarios negativos. Ella sabía que podía hacerlo, así que decidió seguir adelante con sus sueños.

Un día, mientras caminaba hacia su clase de ballet, Isabela notó un cartel en la calle que anunciaba pruebas para el equipo de football local. Inmediatamente sintió una emoción indescriptible dentro de ella. Sabía que tenía que intentarlo.

Luego de hablar con su entrenador del equipo de danza, quien inicialmente estaba preocupado por cómo podría afectar a sus movimientos en el escenario si jugaba al fútbol, Isabela comenzó a entrenarse para las pruebas del equipo. El primer día fue difícil.

No estaba acostumbrada al ritmo rápido del juego y algunos compañeros del equipo le hacían comentarios desalentadores sobre su habilidad para jugar como mujer. Pero Isabela no se rindió tan fácilmente.

Con cada día de entrenamiento mejoraba más y más hasta llegar al punto donde era reconocida como una jugadora clave del equipo. Un día después del entrenamiento, uno de los chicos le preguntó: "¿Por qué juegas fútbol si eres bailarina?".

Isabela respondió: "Porque me gusta hacer lo que amo". Los días pasaron y llegó la competencia final contra otro equipo local. El partido iba parejo hasta los últimos minutos. Fue entonces cuando Isabela anotó el gol ganador del partido.

La multitud enloqueció y sus compañeros de equipo la levantaron en el aire, celebrando su victoria. Después del partido, Isabela se dirigió a su clase de danza con una sonrisa gigante en la cara. Su entrenador le preguntó: "¿Cómo te fue hoy?".

Isabela respondió: "Ganamos y marqué el gol ganador". Su entrenador estaba impresionado pero luego le preguntó preocupado: "¿Y tu danza artística?". Isabela respondió con confianza: "No te preocupes, bailaré mejor que nunca.

Hacer lo que amo me hace feliz y me da la energía para hacer todo lo que quiero". Desde ese día, Isabela siguió jugando al football y bailando con pasión.

Se convirtió en un ejemplo para muchos jóvenes que pensaban que no podían hacer dos cosas al mismo tiempo. Demostró que si eres apasionado por algo, puedes lograr cualquier cosa si trabajas duro y crees en ti mismo.

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