Isabell y la valentía universitaria



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires una chica llamada Isabell que estaba a punto de comenzar la universidad.

Estaba llena de miedo y nervios por lo desconocido que le esperaba en esta nueva etapa de su vida. No sabía qué esperar, ni cómo sería. Isabell se sentía perdida, no sabía quién era realmente o qué quería ser en la universidad.

Pero decidió que era el momento perfecto para encontrar su identidad, para descubrir quién era en realidad y cómo quería ser recordada por los demás. Con el correr de las semanas, Isabell comenzó a darse cuenta de que su verdadera identidad en la universidad era la de una chica responsable, respetuosa, estudiosa y puntual.

Se esforzaba al máximo en cada asignatura, siempre entregando sus trabajos a tiempo y participando activamente en clase. Un día, mientras caminaba por los pasillos de la universidad, escuchó a un grupo de compañeros hablando sobre ella.

"-¿Viste a Isabell? Siempre está pendiente de todo y es súper organizada", dijo uno. "-Sí, además es muy respetuosa con todos. Es un ejemplo a seguir", agregó otro.

Isabell se detuvo un momento a reflexionar sobre lo que acababa de escuchar. Se dio cuenta de que había encontrado su lugar en la universidad, su verdadera identidad. Y se sintió feliz y orgullosa de ser reconocida por sus valores y actitudes positivas.

A partir de ese día, Isabell siguió esforzándose al máximo en todas sus actividades académicas y sociales. Ayudaba a sus compañeros cuando lo necesitaban, colaboraba con los profesores y siempre estaba dispuesta a aprender algo nuevo.

Al final del año académico, Isabell recibió un reconocimiento especial por su dedicación y compromiso con sus estudios. Todos la felicitaron y aplaudieron por su excelente desempeño. Isabell entendió entonces que había encontrado su verdadera identidad en la universidad: una chica responsable, respetuosa, estudiosa y puntual.

Y supo que esos valores la acompañarían siempre en su camino hacia el éxito. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda: ¡siempre sé fiel a tus valores y nunca dudes en mostrar tu verdadera identidad!

FIN.

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