Isadora, la niña torbellino

Isadora era una niña llena de energía, pero también era conocida como 'la torbellino destructora'. Siempre dejaba un rastro de caos a su paso: juguetes rotos, libros desordenados y artículos perdidos.

Sus padres, preocupados, intentaban enseñarle la importancia del cuidado y la responsabilidad, pero Isadora parecía no entenderlo. Un día, su abuelita le regaló una caja de colores mágicos, los cuales solo funcionarían si Isadora los usaba con buen cuidado.

Intrigada, Isadora comenzó a colorear con los crayones mágicos y pronto descubrió que podía dar vida a sus dibujos. Sin embargo, al no prestar atención, sus creaciones comenzaron a deshacerse y desaparecer.

Aterrada, Isadora buscó ayuda de su abuelita, quien le explicó que solo con cuidado y atención las cosas podían perdurar. Desde ese día, Isadora empezó a ser más responsable y cuidadosa, y descubrió que las cosas que hacía con amor y atención permanecían para siempre.