Isis y la Mariposa de la Autoestima

En un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, vivía una niña llamada Isis. Ella era una niña muy dulce y creativa, pero tenía problemas de autoestima porque todos los niños de su salón le hacían bullying.

Desde que Isis llegaba a la escuela, los niños se burlaban de ella por ser distinta. Le decían cosas como "Eres rara", "Nadie quiere ser tu amigo" o "No vales nada".

Esto hacía que Isis se sintiera triste y sola, sin saber cómo enfrentar la situación. Un día, mientras caminaba por el parque después de clases, Isis conoció a una mariposa llamada Violeta. La mariposa le dijo: "-Hola, soy Violeta.

¿Por qué estás tan triste?" -Isis respondió con voz temblorosa: "-Todos en mi clase me hacen bullying y me siento muy mal conmigo misma". Violeta la miró con ternura y le dijo: "-Isis, eres única y especial tal como eres.

No dejes que las palabras hirientes de los demás te definan. Tienes un corazón lleno de bondad y creatividad". Las palabras de la mariposa resonaron en el corazón de Isis, quien decidió no dejarse vencer por el bullying.

Al día siguiente en la escuela, cuando los niños empezaron a burlarse de ella nuevamente, Isis recordó las palabras de Violeta y decidió actuar diferente. En lugar de enagarrarse ante las burlas, mostró su valentía y les dijo a sus compañeros: "-Soy diferente y eso está bien.

No permitiré que sus palabras me lastimen más". Los niños se quedaron sorprendidos por la reacción de Isis. Algunos comenzaron a reflexionar sobre cómo habían tratado a Isis y se disculparon sinceramente con ella.

Otros seguían burlándose, pero Isis ya no les prestaba atención. Con el paso del tiempo, Isis comenzó a ganar confianza en sí misma gracias al apoyo incondicional de Violeta y algunos compañeros que valoraban su verdadera esencia.

Se dio cuenta de que no necesitaba cambiar para encajar en un molde impuesto por otros. Finalmente, en el festival anual del pueblo, ISIS participó en un concurso de dibujo donde demostró todo su talento artístico.

Para sorpresa de todos, ganó el primer lugar y recibió aplausos y reconocimiento por su habilidad única. Desde ese día en adelante, ISIS siguió siendo fiel a sí misma sin importar lo que dijeran los demás.

Aprendió a amarse tal como era y inspiró a muchos otros niños a aceptarse tal como son. Y así concluye esta historia donde ISIS descubrió que la verdadera belleza radica en ser uno mismo sin temor al juicio ajeno.