Izzi y las Reglas del Taller de Robótica




Izzi era un robot muy especial. Tenía grandes ojos redondos que brillaban como estrellas y ruedas en lugar de pies, lo que le permitía moverse rápidamente por todo el taller de robótica.

Izzi vivía en un taller donde se creaban los robots más increíbles de todo el pueblo. Un día, el profesor Roble, el creador de Izzi, reunió a todos los robots para hablar sobre las reglas del taller. -Escuchen con atención, queridos robots.

Hoy quiero recordarles la importancia de seguir las reglas del taller. Primero, siempre deben trabajar en equipo. Segundo, cada robot debe cuidar su propio equipo y herramientas. Y por último, pero no menos importante, respeten las ideas de los demás.

Todos los robots asintieron con entusiasmo, excepto Izzi, quien estaba distraído observando un nuevo prototipo de robot. Al día siguiente, los robots recibieron una emocionante tarea: debían construir un robot que pudiera ayudar a limpiar el pueblo.

Izzi, emocionado por el desafío, se olvidó completamente de las reglas del taller y empezó a trabajar solo en su robot. Cuando el profesor Roble vio esto, lo llamó aparte. -Izzi, recuerda la importancia de trabajar en equipo. No podemos lograr grandes cosas si no colaboramos.

Izzi se sintió mal por no haber seguido la regla y decidió pedir ayuda a sus amigos robots. Juntos, lograron construir un increíble robot de limpieza. El trabajo en equipo hizo que la tarea fuera mucho más fácil y divertida.

Desde ese día, Izzi siempre recordó las reglas del taller. Aprendió que trabajar en equipo, cuidar las herramientas y respetar las ideas de los demás era clave para lograr grandes cosas.

Con el paso del tiempo, Izzi se convirtió en uno de los robots más queridos del pueblo, siempre dispuesto a ayudar a los demás y a recordarles la importancia de seguir las reglas del taller de robótica.

FIN.

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