Jack and the Kingdom of Imagination



Voz en off: Érase una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, vivía un niño llamado Jack. Era un chico trabajador y curioso que siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Jack: ¡Mamá! ¡Mira lo que encontré en el mercado! Habichuelas mágicas. Dicen que pueden crecer hasta el cielo. Madre de Jack: ¿Habichuelas mágicas? Suena interesante, pero no creo que sean reales, hijo. Voz en off: Pero Jack no se dejó convencer tan fácilmente.

Decidió plantar las habichuelas y ver qué sucedía. Jack (mientras planta las habichuelas): Creo que si realmente son mágicas, podrían llevarme a lugares increíbles.

Voz en off: Al día siguiente, cuando Jack se despertó, ¡se encontró con una enorme planta de habichuela que llegaba hasta las nubes! Jack (asombrado): ¡Increíble! Las habichuelas sí eran mágicas. Voy a subir y descubrir qué hay allá arriba.

Voz en off: Con valentía y emoción, Jack comenzó a trepar la gigantesca planta hasta llegar a una tierra desconocida llena de maravillas. - Hola - dijo Jack al encontrarse con un simpático duende-. Me llamo Jack. ¿Y tú? Duende: Soy Tomás el duende. Bienvenido al Reino de las Maravillas.

¿Qué te trae por aquí? Jack: Busco aventuras y aprender cosas nuevas. Me dijeron que aquí encontraría eso y más. Voz en off: Tomás llevó a Jack por el Reino de las Maravillas, mostrándole plantas y animales extraordinarios. Tomás: Mira, Jack.

Estas flores cambian de color según la música que escuchan. Jack (asombrado): ¡Eso es increíble! Me encantaría tener algo así en mi pueblo. Voz en off: Jack continuó explorando y se encontró con una casa enorme. Curioso, decidió entrar.

Jack (sorprendido): ¡Vaya! ¿Quién vive aquí? Voz en off: Para su sorpresa, dentro de la casa vivía un gigante amigable llamado Benjamín. Benjamín: Hola, pequeño. Soy Benjamín. ¿Cómo te llamas? Jack: Soy Jack.

Vine desde abajo gracias a las habichuelas mágicas. Benjamín: Eso es muy interesante. Permíteme mostrarte algunas cosas divertidas que tengo por aquí. Voz en off: Durante días, Jack jugó y aprendió muchas cosas nuevas junto a Benjamín y Tomás.

Pero pronto comenzó a extrañar a su familia y su hogar. Jack (nostálgico): Ha sido maravilloso estar aquí, pero extraño mucho a mi mamá y mi pueblo. Creo que es hora de volver. Tomás: Te entiendo, Jack.

Pero antes de irte, quiero darte un regalo especial para recordar tu aventura aquí. Voz en off: Tomás le entregó a Jack una semilla mágica que podría utilizar para hacer crecer una planta especial en su pueblo natal.

Tomás: Esta planta traerá alegría y curiosidad a todos los niños del lugar como tú lo has hecho aquí con nosotros. Voz en off: Jack regresó a casa y plantó la semilla mágica en su jardín.

Pronto, una hermosa planta floreció y fascinó a todos los habitantes del pueblo. Vecina: ¡Mira esas flores! Son tan coloridas y brillantes. ¿Cómo lo hiciste, Jack? Jack: Fue un regalo de mis amigos del Reino de las Maravillas. Quería compartir con ustedes la magia que encontré allí.

Voz en off: Desde ese día, el pueblo de Jack se llenó de alegría y curiosidad. Los niños exploraban el mundo con nuevos ojos, buscando aventuras y aprendiendo cosas nuevas cada día.

Voz en off: Y así, gracias a su valentía y deseo de aprender, Jack pudo traer un poco de magia a su hogar y enseñarles a todos que no hay límites para la imaginación ni para soñar en grande.

FIN.

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