Jade en el mágico mundo del pelotero
Jade estaba emocionada de visitar por primera vez el pelotero, un lugar lleno de colchonetas, toboganes y obstáculos para que los niños jugaran y se divirtieran.
Mamá y papá la llevaron en un día soleado, y tan pronto como llegaron, Jade corrió hacia el gran castillo inflable. -¡Miren lo grande que es! - exclamó emocionada, mientras se quitaba los zapatos y se lanzaba a la aventura. Mamá y papá la observaban con alegría, disfrutando de ver a su hija tan feliz.
Dentro del pelotero, Jade encontró muchos amigos y juntos escalaron montañas de colchonetas, se deslizaron por toboganes e incluso se aventuraron en un laberinto de túneles. -¡Qué divertido es esto! - gritaba Jade, con una sonrisa que iluminaba su rostro.
Pero de repente, al llegar a la cima de un tobogán, Jade se asustó al ver lo alto que estaba. -¡No puedo bajar! - exclamó, sintiendo miedo de lanzarse. Fue entonces cuando papá se acercó y le ofreció su mano. -Tranquila, Jade.
Estoy aquí para ayudarte. Juntos podemos hacerlo- le dijo con ternura. Con el apoyo de papá, Jade venció su miedo y juntos se deslizaron por el tobogán, riendo y disfrutando de la emoción.
Al final del día, Jade, mamá y papá se abrazaron, felices por haber compartido momentos inolvidables en el pelotero. -Gracias por ayudarme a superar mi miedo, papá. ¡Hoy fue el mejor día de todos! - dijo Jade, con una gran sonrisa.
Mamá y papá se sintieron orgullosos de su valentía y juntos se marcharon a casa, llevando consigo preciosos recuerdos de un día lleno de diversión y valentía.
FIN.