Jaz, la estrella del escenario

Había una vez una niña llamada Jaz, a quien le encantaba cantar y bailar. Todos los días se levantaba temprano para practicar sus movimientos y mejorar su voz.

Sus padres la apoyaban en todo momento y asistían a todas sus presentaciones en la escuela. Un día, Jaz fue invitada a participar en un concurso de canto y baile en el que competiría contra otros niños talentosos de la ciudad.

Ella estaba emocionada por esta oportunidad y se dedicó aún más a perfeccionar su actuación. El día del concurso llegó y Jaz estaba nerviosa pero emocionada al mismo tiempo.

Cuando llegó su turno de subir al escenario, ella comenzó a cantar y bailar como nunca antes lo había hecho. Los jueces estaban impresionados por su energía, pasión y habilidades artísticas. Cuando terminó su actuación, los espectadores aplaudieron fuertemente mientras los jueces deliberaban sobre quién sería el ganador del concurso.

Después de unos minutos interminables, finalmente anunciaron que Jaz había ganado el primer lugar. Jaz estaba tan feliz que no podía contener las lágrimas de alegría. Corrió hacia sus padres para abrazarlos mientras ellos la felicitaban por su logro increíble.

Después del concurso, Jaz se dio cuenta de que no solo había ganado un premio sino también algo mucho más importante: confianza en sí misma. Se sintió orgullosa de haber trabajado duro para alcanzar sus objetivos y sabía que esto era solo el comienzo.

A partir de ese momento, Jaz continuó practicando todos los días y participando en más concursos. También comenzó a enseñar a otros niños cómo cantar y bailar, inspirándolos a seguir sus sueños.

"¡Mamá, papá! ¡Gané el primer lugar en el concurso!"- gritó Jaz emocionada. "¡Felicidades hija! Siempre supimos que lo lograrías"- respondió su padre abrazándola. "Eres una artista increíble, Jaz. Estamos muy orgullosos de ti"- dijo su madre mientras limpiaba las lágrimas de emoción en sus ojos.

Y así fue como Jaz descubrió su talento y aprendió la importancia del trabajo duro, la perseverancia y la confianza en sí misma.

Con su canto y baile divertido y alegre, ella inspiró a otros niños a perseguir sus sueños también.