Jazmín y la Ciudad Oculta


Había una vez una niña llamada Jazmín, una pequeña muy curiosa y aventurera. Un día soleado, mientras caminaba por la vereda junto a sus papás, tropezó con una piedra y cayó al suelo.

Sus papás rápidamente se acercaron para ayudarla, pero cuando intentaron levantarla, ¡Jazmín había desaparecido! Sus papás entraron en pánico y comenzaron a buscar por todas partes. Recorrieron cada rincón de la vereda y preguntaron a todos los vecinos si habían visto a Jazmín.

Pero nadie sabía nada. Desesperados, decidieron llamar a la policía para pedir ayuda. Los agentes llegaron rápidamente y comenzaron a investigar el caso. Revisaron las cámaras de seguridad cercanas y preguntaron nuevamente a los vecinos.

"¿Alguien vio algo extraño? ¿Escuchó algún ruido?"- preguntaban los policías. Uno de los vecinos recordó haber visto un perro callejero merodeando por allí ese mismo día.

Esa información fue suficiente para que todos se dirigieran al parque cercano donde solían reunirse muchos perros sin hogar. Cuando llegaron al parque, encontraron al perro vagabundo acurrucado bajo un árbol. Parecía asustado e inquieto. Los policías se acercaron lentamente hacia él con mucho cuidado.

"¡Espera! Creo que vi algo brillante en su collar"- dijo uno de los oficiales. El oficial retiró el collar del perro y descubrió un pequeño papel enrollado dentro. Con mucho cuidado, lo abrieron y encontraron un mensaje escrito a mano:"Jazmín está conmigo. Síganme si quieren encontrarla".

Los padres de Jazmín sintieron una mezcla de alivio y miedo al leer esas palabras. Sin embargo, sabían que debían seguir esa pista para encontrar a su pequeña.

Guiados por el perro callejero, los papás de Jazmín caminaron durante horas hasta llegar a un viejo edificio abandonado en las afueras del pueblo. El lugar parecía oscuro y tenebroso, pero no tenían más opción que entrar.

Mientras recorrían los pasillos del edificio, escucharon risas infantiles provenientes de una habitación cercana. Corrieron hacia allí y abrieron la puerta con cautela. Lo que encontraron fue algo increíble: Jazmín estaba jugando y riendo junto a un grupo de niños que también estaban perdidos.

Parecía que todos ellos se habían encontrado en ese lugar abandonado y habían creado su propia pequeña comunidad. "¡Jazmín!"- exclamaron sus papás emocionados mientras la abrazaban fuertemente. Los demás padres también llegaron poco después, llenos de alegría al encontrar a sus hijos sanos y salvos.

Los policías tomaron nota de lo ocurrido y prometieron investigar cómo había ocurrido todo aquello. Después de ese día, los padres decidieron organizar actividades comunitarias para fomentar la seguridad en el vecindario y evitar futuras desapariciones.

También adoptaron al perro callejero como una forma de gratitud por haberlos guiado hasta Jazmín. A partir de ese momento, Jazmín aprendió que es importante estar siempre atenta y cuidar de sí misma.

Apreciaba aún más a su familia y valoraba la importancia de la comunidad. Y así, juntos, continuaron viviendo aventuras llenas de amor y felicidad. Y colorín colorado, esta historia ha terminado.

Dirección del Cuentito copiada!