Jazmin y sus amigos en París
Jazmin nació en Paris, una ciudad llena de vida y cultura. Desde muy pequeña, sus padres la llevaban a pasear por las calles empedradas y los hermosos jardines.
A Jazmin le encantaba observar todo lo que la rodeaba y siempre estaba ansiosa por descubrir cosas nuevas. Un día, mientras paseaban por el parque, Jazmin vio a un grupo de niños jugando alrededor de una fuente.
Ella se acercó a ellos con curiosidad y pronto empezaron a jugar juntos. Los niños eran muy divertidos y hacían reír a Jazmin con sus travesuras. "¡Miren! ¡Podemos saltar sobre las piedras sin mojarnos!", dijo uno de los niños señalando la fuente. Jazmin se emocionó mucho cuando escuchó esto.
Se quitó los zapatos y corrió hacia la fuente para intentarlo también. Saltó sobre las piedras pero resbaló y cayó dentro del agua fría.
Los niños se rieron al verla empapada hasta los huesos pero rápidamente se dieron cuenta de que Jazmin estaba asustada. Uno de ellos tomó su mano y le dijo:"No te preocupes, nosotros te ayudaremos". Entre todos lograron sacarla del agua y secarla con unas toallas que trajeron del coche de uno de los padres.
Después de esto, Jazmin ya no tenía miedo porque sabía que no estaba sola. A partir de ese día, Jazmin hizo muchos amigos nuevos en el parque e incluso aprendió algunos juegos nuevos como —"petanca" o "elástico".
Además, aprendió algo muy importante: que siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte cuando lo necesites. Con el tiempo, Jazmin creció y se convirtió en una mujer muy fuerte y valiente.
Aunque ya no vivía en Paris, nunca olvidó la lección que aprendió aquel día. Siempre recordaba que, aunque las cosas puedan parecer difíciles o asustadizas al principio, siempre hay alguien cerca de nosotros dispuesto a ayudarnos.
Y así fue como Jazmin se convirtió en una persona muy querida por todos los amigos que hizo durante su vida.
FIN.