Jessica Cruz y el misterio de Villa Esperanza



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Jessica Cruz. Jessica era una niña muy alegre y traviesa, pero tenía un gran miedo a estar sola y a la oscuridad.

Cada noche, al llegar la hora de dormir, Jessica se escondía bajo las sábanas y temblaba de miedo. Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, encontró un anillo mágico brillante entre las flores.

Al ponérselo en el dedo, el anillo comenzó a brillar con intensidad y de repente, apareció ante ella un hada pequeñita. "¡Hola Jessica! Soy Lila, el hada guardiana de este anillo mágico.

Con él podrás crear cualquier objeto que desees para ayudarte a superar tus miedos", dijo el hada con voz dulce. Jessica no podía creer lo que veía, ¡un hada y un anillo mágico! Emocionada por esta sorpresa, decidió probar su poder esa misma noche cuando llegara la oscuridad.

Cuando se hizo de noche y todos en la casa estaban dormidos, Jessica sintió nuevamente ese escalofrío recorrer su cuerpo. Pero esta vez recordó el anillo mágico y decidió usarlo para vencer sus temores.

Con un pensamiento firme en su mente, giró el anillo en su dedo y pidió con valentía:"Anillo mágico, por favor ayúdame a no tener más miedo". Al instante, una luz cálida iluminó su habitación y frente a ella apareció una linterna brillante que iluminaba cada rincón del cuarto.

Jessica se sintió reconfortada al ver que ya no estaba sola en la oscuridad. Pero eso no fue todo; también pidió al anillo que le creara compañía para sentirse segura durante la noche.

En segundos, varios peluches adorables aparecieron alrededor de su cama: un oso gigante abrazable, un conejito tierno y hasta un unicornio brillante. Jessica sonrió emocionada al ver a sus nuevos amigos animals rodeándola.

Se sentía protegida y feliz como nunca antes había estado durante la noche. Así pasaron las siguientes noches: Jessica usaba su anillo mágico para crear diferentes objetos que le dieran valor y seguridad frente a sus temores nocturnos.

Poco a poco fue perdiendo el miedo a estar sola gracias a la valentía que le otorgaba enfrentarlos con ayuda del hada Lila y su maravilloso anillo.

Con el tiempo, los peluches dejaron de ser necesarios ya que Jessica aprendió que siempre llevaba consigo esa valentía dentro de sí misma para superar cualquier obstáculo o situación difícil. Y así fue como Jessica Cruz dejó atrás sus temores gracias al poder del amor propio y la magia que había descubierto dentro de sí misma aquel día inolvidable en Villa Esperanza.

FIN.

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