Jessica y la Tormenta Valiente
Era un día soleado en el reino de los dragones, y Jessica, una joven dragona de escamas brillantes, se estaba preparando para su primer vuelo. Todos sus amigos estaban emocionados, pero Jessica tenía un gran miedo: el miedo de volar.
"No sé si puedo hacerlo", decía mientras miraba a sus amigos alzar el vuelo.
"¡Vamos, Jessica!", gritó Bruno, un dragón azul. "Es más fácil de lo que piensas. Solo tienes que intentarlo".
Pero Jessica seguía dudando. En su mente, cada vez que intentaba volar, se imaginaba cayendo en picada.
Justo en ese momento, una sombra oscura cubrió el cielo. Una tormenta terrible se acercaba rápidamente.
"¡Rápido, regresemos!", ordenó Clara, la dragona verde. Todos los dragones comenzaron a volar hacia sus cuevas. Pero cuando miraron hacia atrás, se dieron cuenta de que Bruno se había quedado atrás.
"¡Bruno!", gritó Jessica, con el corazón latiendo rápidamente.
"¡Ayúdenme!", clamó Bruno, a punto de ser tragado por la tormenta.
Jessica sentía su miedo arrastrándola hacia abajo. Pero al ver a su amigo en peligro, un fuego de valentía comenzó a arder dentro de ella.
"¡No puedo dejarlo solo!", exclamó y, sin pensarlo más, se lanzó hacia la tormenta.
Al principio, el viento rugía y la lluvia le golpeaba en la cara, pero Jessica empezó a recordar las palabras de Bruno.
"Solo necesitas intentarlo", se repitió a sí misma.
Con cada aleteo, se sentía un poco más fuerte. De repente, notó que la tormenta no la estaba derrotando, sino que se estaba convirtiendo en su aliada.
"¡Bruno, yo voy!", gritó, mientras planeaba hacia él. Utilizando su ala, empujó a Bruno hacia arriba.
"¡Jessica, lo estás haciendo!", dijo Bruno, sorprendido al ver cómo su amiga peleaba contra el viento.
"¡Tú puedes hacerlo también!", respondió ella.
Bruno tomó aliento y, con su ayuda, comenzó a volar de nuevo. Juntos, esquivaron rayos y nubes oscuras. Jessica estaba sorprendida de lo rápido que podía moverse, justo como siempre había soñado.
De pronto, un relámpago iluminó el cielo, y en la distancia, vieron a Clara y los demás dragones luchando por salir de la tormenta.
"¡Jessica, debemos ayudar a los otros!", gritó Bruno.
Jessica asintió, y sintiendo que el miedo comenzaba a desvanecerse, dirigió su vuelo hacia sus amigos.
"¡Sigan mi estela!", les dijo con determinación.
Usando sus habilidades, comenzó a crear un camino seguro entre las corrientes de aire.
"¡Sigan a Jessica!", pidió Clara.
Los demás dragones la siguieron, y poco a poco, empezaron a salir de la tormenta oscura.
Finalmente, cuando cruzaron el límite de la tormenta, el sol brillaba nuevamente. Todos se sintieron aliviados y vitorearon a Jessica.
"¡Lo Lograste!", le gritaron.
Jessica no solo había salvado a su amigo, sino que también había superado su miedo a volar.
"No fue solo yo. Todos lo hicimos juntos", respondió con una sonrisa.
Los dragones regresaron a casa, y Jessica nunca volvió a temer volar. Ahora sabía que, aunque la tormenta podía parecer aterradora, con valentía y amistad, siempre podría encontrar su camino.
Y a partir de ese día, Jessica se convirtió en la dragona más valiente del reino, recordándoles siempre a sus amigos que enfrentar el miedo es más fácil si lo hacemos juntos.
FIN.