Jesús, el granjero colombiano




En un pintoresco pueblo lejano de Santander, vivía Jesús, un amable granjero colombiano.

En su granja, Jesús cuidaba de su perro fiel, su burro trabajador, una rana cantarina y unas curiosas arañas que tejían sus telas entre los cultivos de pera, fresa y mandarina. Jesús contaba también con una pequeña carroza que le ayudaba en su siembra. Un día, las fresas comenzaron a escasear, y Jesús decidió buscar una solución.

"Amigos, nuestras fresas se están agotando, necesitamos encontrar una forma de hacer que vuelvan a crecer en abundancia", les dijo a sus animales. El perro, el burro, la rana y las arañas se miraron con determinación y propusieron trabajar juntos para resolver el problema.

Decidieron investigar cómo mejorar la calidad de la tierra y proteger los cultivos de plagas. Trabajaron duro, aprendiendo sobre técnicas de siembra y cuidado de los frutos. Con esfuerzo y dedicación, lograron revitalizar la cosecha de fresas y expandir sus conocimientos a las peras y mandarinas.

Jesús y sus amigos descubrieron que cuando trabajan en equipo y se esfuerzan por aprender, pueden superar cualquier desafío. La granja prosperó, y Jesús enseñó a otros granjeros sus nuevas técnicas, generando un impacto positivo en toda la comunidad.

FIN.

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