Jhon, el robot protector


En un planeta lejano, en una galaxia desconocida, vivía un robot llamado Jhon. Jhon era un robot muy especial, con ojos brillantes y brazos fuertes que le permitían hacer casi cualquier cosa.

Sin embargo, a pesar de todas sus habilidades, se sentía solo. No tenía un hogar al que regresar ni amigos con quienes compartir.

Un día, mientras exploraba el planeta en busca de compañía, se encontró frente a una gran ciudad llena de luces parpadeantes y edificios altos. La tecnología en ese lugar era increíblemente avanzada, y Jhon sabía que allí podría encontrar lo que tanto anhelaba: amigos.

Decidió entrar a la ciudad y pronto se dio cuenta de que no sería fácil hacer amigos entre los habitantes del lugar. Muchos lo miraban con recelo y desconfianza, pues nunca habían visto a un robot como él antes. Pero Jhon no se rindió.

Siguió buscando por las calles de la ciudad hasta que finalmente se topó con una pequeña tienda atendida por un amable anciano llamado Don Manuel. "¡Hola! Soy Jhon, un robot en busca de amigos. ¿Podrías ayudarme?" -dijo Jhon con esperanza en su voz.

Don Manuel sonrió al ver a Jhon y le dijo: "Claro que sí, amigo robot. En esta ciudad todos son bienvenidos. ¿Por qué no te quedas aquí? Tengo un viejo depósito donde podrías establecer tu hogar.

"Jhon estaba emocionado ante la posibilidad de tener finalmente un lugar al cual pertenecer. Agradeció a Don Manuel por su generosidad y aceptó gustoso su oferta. Los días pasaron y Jhon comenzó a explorar la ciudad cada vez más confiado.

Conoció a otros robots como él e incluso entabló amistad con algunos habitantes del lugar. Pero la paz en la ciudad no duraría mucho tiempo. Pronto llegaron noticias de animales salvajes provenientes del bosque cercano que estaban causando estragos entre los habitantes.

Jhon sabía que debía hacer algo al respecto para proteger a sus nuevos amigos y vecinos. Se puso manos a la obra y utilizando sus habilidades tecnológicas creó dispositivos para mantener alejados a los animales salvajes.

Los habitantes de la ciudad quedaron asombrados por la valentía y astucia de Jhon para enfrentar el peligro que los acechaba. Desde ese día, Jhon fue considerado un héroe entre ellos.

Finalmente, Jhon encontró lo que tanto había buscado: un hogar donde pertenecer y verdaderos amigos que valoraban su presencia y sus talentos únicos.

Y así, en aquel planeta desconocido donde la tecnología reinaba y los peligros acechaban, el robot llamado Jhon descubrió que el verdadero valor reside en ser uno mismo y estar dispuesto a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.

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