Jinetes ocultos



En un reino lejano donde grandes dragones surcan los cielos y valientes jinetes defienden la paz, vivía una joven llamada Zephyr. Con su melena de fuego y una actitud intrépida, Zephyr siempre soñó con volar sobre su dragón, pero había un gran desafío en su camino: el oscuro legado de Kairon Blackwood, el hijo del temido Ryker Blackwood.

Un día, mientras exploraba el bosque cercano, Zephyr escuchó un rugido resonante que provenía del corazón de la montaña. Sin pensarlo dos veces, decidió seguir el sonido, ansiosa por descubrir qué podría ser. Al llegar, se encontró con un dragón enorme, cuya escama brillaba en tonos de azul. Su imponente figura era cautivadora, pero también aterradora.

"Hola, gran dragón. No vengo a hacerte daño. Solo quiero entenderte", dijo Zephyr, con voz temblorosa.

El dragón, en lugar de rugir, se quedó en silencio, observándola. Pero justo cuando Zephyr pensaba en dar un paso atrás, apareció Kairon Blackwood.

"¡Aléjate de él!", gritó Kairon, acercándose a Zephyr.

"¿Por qué? No le haré daño. Solo quiero ayudarlo", explicó Zephyr.

Kairon, con sus ojos de un verde profundo, la miró fijamente.

"No entiendes. Este dragón es un prisionero. Debemos liberarlo".

Sorprendida, Zephyr se dio cuenta de que Kairon no era como su padre, Ryker. Juntos, comenzaron a planear cómo liberar al dragón, cuya historia estaba marcada por la traición. En la travesía, Zephyr y Kairon hablaron sobre sus sueños, temores y la carga que llevaban sus apellidos.

"Mis antepasados... ", empezó Kairon, "... nos enseñaron el miedo. Pero yo quiero romper esa cadena. ¿Y vos?"

"Quiero demostrar que los dragones y los humanos pueden ser amigos", respondió Zephyr con determinación.

Mientras descifraban un antiguo mapa que indicaba la ubicación de la prisión del dragón, fueron emboscados por unos viles mercenarios al servicio de Ryker.

"Kairon, debemos correr", gritó Zephyr, mientras empujaba a Kairon hacia la salida.

Pero Kairon se detuvo, determinado a enfrentarse a los mercenarios.

"No, tengo que proteger lo que es justo. ¡Tú corre!".

Trepidante pero decidida, Zephyr encontró el coraje para regresar. Usando su ingenio, ideó un plan para distraer a los mercenarios y permitir que Kairon luchara. Con un grito de aliento, lanzó unas piedras que hicieron un estruendo.

"¡Ahora, Kairon!", lo animó.

Los mercenarios, confundidos, se dieron la vuelta, lo que permitió a Kairon liberar al dragón utilizando el mapa que habían encontrado. Juntos, se enfrentaron a la adversidad. Cuando finalmente liberaron al dragón, se formó un vínculo indestructible entre los tres.

"Gracias, valientes jinetes", dijo el dragón con una voz profunda y resonante. "Ahora, el cielo es su hogar".

Juntos, despegaron hacia el horizonte, donde la luna y las estrellas brillaban intensamente. Zephyr y Kairon, sin las sombras que representaban sus familias, establecieron una nueva historia, marcada por la amistad y la valentía.

"La leyenda de los jinetes ocultos comienza aquí", dijo Zephyr con una sonrisa.

Su aventura no solo liberó a un dragón, sino que también rompió cadenas de malentendidos, mostrando al reino que el amor y la valentía pueden superar cualquier sombra del pasado.

FIN.

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