Jira y el puente roto



Había una vez una jirafa llamada Jira, que vivía en el parque de la ciudad. Le encantaba caminar por los senderos del parque y comer hojas de los árboles altos.

Un día, mientras Jira estaba comiendo hojas de un árbol, comenzó a llover. La lluvia se volvió más fuerte y Jira no sabía qué hacer. Miró a su alrededor y vio un puente cercano donde podría refugiarse de la lluvia.

Jira corrió hacia el puente pero cuando llegó allí se dio cuenta de que había un problema: el puente estaba roto. No podía cruzarlo sin caerse. La jirafa comenzó a preocuparse y decidió buscar ayuda.

Caminando por el parque encontró a un grupo de animales amigos: un conejo llamado Cone, una ardilla llamada Ardi y un pájaro llamado Páj.

Jira les explicó su situación y ellos decidieron ayudarla a cruzar el puente para llegar al otro lado del río donde podrían estar seguros bajo la sombra de los árboles grandes. Primero intentaron construir un nuevo puente con ramas y hojas pero no funcionaba bien. Después pensaron en usar una escalera pero era demasiado corta para alcanzar hasta lo alto del árbol.

Finalmente, después de mucho pensar, Cone tuvo una idea brillante: "Podemos usar tus piernas largas como escaleras", dijo mirando a Jira con entusiasmo. Jira dudaba si eso sería seguro o no pero confiaba en sus amigos así que acepto intentarlo.

Cone subió por las piernas de Jira y llegó al otro lado del río. Luego, Ardi y Páj ayudaron a Cone a construir un nuevo puente con las ramas que habían recolectado.

Finalmente, lograron cruzar el río y llegar al otro lado del parque donde encontraron un árbol grande para refugiarse de la lluvia. Jira estaba muy agradecida con sus amigos por haberla ayudado en su momento de necesidad.

A partir de ese día, Jira aprendió una lección importante: nunca debes subestimar la ayuda que tus amigos pueden ofrecerte en momentos difíciles. Y así, continuaron caminando juntos por el parque, disfrutando de la naturaleza y compartiendo aventuras juntos.

FIN.

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