Joaquín y la aventura en la selva

Joaquín era un niño curioso y valiente que vivía en una pequeña casa al borde de la selva. Un día, mientras jugaba, se adentró demasiado en la espesura y, sin darse cuenta, se perdió.

El sol se escondía rápidamente y Joaquín se encontró solo, rodeado por árboles imponentes y extraños sonidos. Al principio, se asustó, pero luego recordó lo que su abuelo solía decirle: 'En las situaciones difíciles, mantén la calma y piensa con claridad'.

Con valentía, decidió buscar una solución.

La noche llegó, y Joaquín se sintió cansado y hambriento. Entonces, escuchó un ruido inusual y vio unos ojitos brillantes entre los arbustos. Era un mapache juguetón que se acercó a él.

- '¿Estás perdido, amiguito?', preguntó el mapache con voz amigable. Joaquín asintió con timidez. El mapache, llamado Mateo, le ofreció ayuda y lo llevó a una clara en la selva, donde se encontró con otros animales amigables que le dieron frutas y leche de coco para alimentarse.

Se sentía reconfortado por la amabilidad de los animales.

A la mañana siguiente, Mateo y los demás animales le explicaron a Joaquín cómo orientarse en la selva.

Le advirtieron sobre los peligros y le dieron consejos para encontrar el camino de regreso a casa. Armado con esa información, Joaquín emprendió su viaje de regreso, superando obstáculos y desafiando sus miedos. Con astucia y determinación, logró salir de la selva sano y salvo.

Al llegar a su casa, abrazó a su familia y les contó sobre su aventura. A partir de ese día, Joaquín se convirtió en un defensor de la selva y sus habitantes, recordando siempre la valiosa lección de amistad, solidaridad y respeto por la naturaleza.