Joaquina aprende a ser grande



Había una vez una niña llamada Joaquina que tenía cuatro años y aún usaba pañales.

A pesar de que sus padres le habían comprado ropa interior bonita y colorida, ella se negaba a usarla porque le daba miedo hacer pis en el baño. Un día, mientras jugaba con su muñeca favorita, Joaquina notó que se había hecho pis encima. Se sintió avergonzada y triste al ver que su muñeca también estaba mojada.

Fue entonces cuando decidió que era hora de dejar los pañales para siempre. Joaquina fue corriendo a contarle la buena noticia a sus padres, quienes la felicitaron por su decisión valiente.

Le explicaron cómo debía hacer para ir al baño sola y le enseñaron cómo lavarse las manos después de hacerlo. Los primeros días fueron difíciles para Joaquina, pero con la ayuda de sus padres logró superar sus miedos y empezó a sentirse más segura cada vez que iba al baño.

Incluso comenzó a disfrutar del momento en el que podía sentarse en su pequeña taza rosa y hacer pis como una niña grande. - Mira mamá, lo hice sin ayuda - dijo Joaquina un día mientras salía del baño sonriendo orgullosamente.

- ¡Muy bien mi amor! Estoy muy orgullosa de ti - respondió su madre abrazándola fuerte. Pero un día, algo inesperado ocurrió: Joaquina tuvo un pequeño accidente dentro del supermercado mientras hacían compras con sus padres.

Se sintió tan avergonzada que quería esconderse debajo de la ropa de su mamá. - No te preocupes mi amor, esto le pasa a todos los niños y niñas que están aprendiendo.

Lo importante es que sigas intentando y no te rindas - dijo su papá mientras la abrazaba. Joaquina se sintió mejor al escuchar las palabras de sus padres y decidió seguir adelante con su objetivo.

Se dio cuenta de que dejar los pañales era un proceso difícil pero no imposible, y que lo más importante era tener paciencia consigo misma y seguir practicando hasta lograrlo. Finalmente, después de muchas semanas, Joaquina logró dejar los pañales para siempre.

Ahora se sentía una niña grande y feliz, capaz de hacer pis en el baño como cualquier otra persona. Y así fue como Joaquina aprendió a superar sus miedos y demostró que nunca es tarde para aprender algo nuevo.

FIN.

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