Joel y su gran descubrimiento



Joel era un bebé muy feliz y sano. Pero había algo que lo preocupaba: no podía disfrutar de las cosas que le gustaban tanto como quisiera, porque tenía que tomar pecho todo el tiempo.

Un día, mientras paseaba en la plaza con sus papás, Joel vio a otros niños correr y jugar sin preocupaciones. Él quería hacer lo mismo, pero siempre estaba atado a su mamá para amamantarse.

"Mamá, ¿por qué no puedo ir a jugar como los otros chicos?" preguntó Joel con tristeza. Estefanía lo abrazó y le explicó que él necesitaba tomar pecho para crecer fuerte y saludable. Pero también le dijo que cuando fuera más grande podría hacer muchas cosas divertidas.

"¿De verdad? ¡Qué bien!" exclamó Joel emocionado. A partir de ese momento, Joel comenzó a planear todas las aventuras que tendría cuando dejara de tomar pecho.

Quería ir al parque de diversiones, aprender a andar en bicicleta y pintar cuadros junto a su mamá y papá. Sin embargo, dejar el pecho no fue tan fácil como pensaba. A veces extrañaba sentirse cerca de su mamá mientras se alimentaba.

Otras veces se sentía triste por no tener esa conexión especial con ella. Pero Estefanía y Lucas estaban ahí para ayudarlo en todo momento. Le enseñaron juegos nuevos, lo llevaron al parque e incluso hicieron una fiesta para celebrar su primer mes sin tomar pecho.

"¡Joel es un campeón! ¡Lo logró!" gritó Lucas emocionado mientras soplaba las velas del pastel. Y así fue como Joel descubrió que dejar el pecho no era el fin del mundo.

Al contrario, era el comienzo de una nueva etapa llena de aventuras y aprendizajes. Ahora podía ir a la plaza a bailar y jugar con sus amigos sin preocuparse por tener que amamantarse.

Podía pintar cuadros junto a su mamá y papá, o incluso hacer una sesión de fotos para recordar ese momento especial en su vida. "¿Te acordás cuando dejé el pecho? Fue un gran paso para mí", le dijo Joel a su hermanito menor cuando nació.

Y así, Joel se convirtió en un ejemplo para todos los niños que estaban pasando por lo mismo que él. Les enseñó que aunque dejar el pecho pueda ser difícil al principio, siempre hay algo bueno esperándolos al final del camino.

FIN.

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