Jonatan y la Aventura de la Quebrada Limas
En el colorido barrio de Candelaria la Nueva, los habitantes estaban tan acostumbrados a lanzar basura a la quebrada Limas que ya no veían lo hermoso que había allí.
Un día, el toro Jonatan, muy preocupado por la cantidad de desechos que había acumulado, decidió que era hora de actuar. Con su gran voz, reunió a sus amigos: la tortuga Leo, el pez Laila y el ratón Eduardo. "¡Debemos limpiar nuestra quebrada y cuidarla!"-, exclamó Jonatan.
Leo, con su calma habitual, sugirió: "Podemos hacer un gran concurso: el que recoja más basura en un día se llevará una deliciosa torta de zanahoria"-.
La idea entusiasmó a todos, y así comenzó la aventura: se pusieron manos a la obra, llenando bolsas de basura y riendo mientras trabajaban.
A medida que el sol se ponía, la quebrada Limas comenzó a lucir transformada, llena de vida y color. Pero mientras recogían, encontraron un misterioso espejo roto entre los desechos.
"¡Mirad!"-, gritó Laila emocionada al ver su reflejo. Eduardo, curioso, se acercó y dijo: "Este espejo tiene magia. Si miramos juntos, ¡podemos ver nuestros sueños!"-.
Los amigos se unieron y mirando al espejo juntos, comenzaron a soñar en voz alta sobre un barrio limpio y feliz, lleno de juegos y risas.
Desde ese día, Jonatan y su pandilla no solo se comprometieron a cuidar de la quebrada, sino que se convirtieron en los embajadores de la limpieza en Candelaria la Nueva, inspirando a todos a amar y cuidar su entorno.
FIN.