Jorge y el mono guardián de la selva


Había una vez en un pequeño pueblo de la selva argentina, un niño llamado Jorge que vivía con su abuela. Jorge era muy curioso y aventurero, le encantaba explorar el bosque y descubrir nuevos animales.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Jorge escuchó un ruido extraño proveniente de los árboles. Se acercó sigilosamente y descubrió a un mono muy peculiar que estaba fumando algo.

Era el mono mariguanero, conocido por todos en la selva por su afición a la marihuana. "¡Hola! ¿Qué estás fumando?", preguntó Jorge con curiosidad. El mono se sorprendió al ver a Jorge, pero luego sonrió y respondió: "Estoy fumando marihuana, ¿quieres probar?".

Jorge sabía que eso no era bueno para su salud, así que amablemente rechazó la oferta del mono mariguanero. En cambio, decidió entablar conversación con él para conocerlo mejor. "¿Por qué fumas marihuana?", preguntó Jorge con sinceridad.

El mono suspiró y le contó a Jorge que había empezado a consumir marihuana porque se sentía solo y triste después de perder a su familia en un incendio en la selva. La marihuana lo ayudaba a evadirse de la realidad y olvidar su dolor.

Jorge sintió mucha compasión por el mono mariguanero y decidió ayudarlo. Juntos pasaron días explorando la selva, buscando comida y jugando.

Poco a poco, el mono empezó a dejar de lado la marihuana y a disfrutar de las actividades al aire libre junto a Jorge. Un día, mientras estaban pescando en un arroyo cercano, escucharon gritos desesperados. Rápidamente corrieron hacia donde provenían los gritos y vieron que un grupo de monitos estaba atrapado en una red tendida por cazadores furtivos.

Sin dudarlo, Jorge y el mono mariguanero idearon un plan para liberar a los monitos. Usaron ramas largas para cortar la red sin ser vistos por los cazadores.

Una vez libres, los monitos les mostraron gratitud saltando de alegría alrededor de ellos. "¡Gracias por salvarnos! ¡Son nuestros héroes!", exclamaron los monitos emocionados. Jorge miró al mono mariguanero con orgullo y felicidad.

Habían hecho algo increíble juntos gracias al trabajo en equipo y al valor de enfrentarse a situaciones difíciles. Desde ese día, el mono mariguanero dejó completamente la marihuana y se convirtió en un amigo leal de Jorge.

Juntos protegieron la selva de cazadores furtivos y enseñaron a otros animales sobre los peligros del consumo irresponsable de drogas. La historia de cómo Jorge ayudó al mono mariguanero se convirtió en leyenda en toda la selva argentina como ejemplo inspirador de amistad verdadera e importancia del apoyo mutuo ante las adversidades.

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