José y sus amigos en Villa Feliz
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, un niño llamado José. José era un niño muy especial, ya que tenía TDAH, lo que hacía que a veces tuviera dificultades para concentrarse y seguir las reglas.
Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos Martín y Sofía, José se distrajo con una mariposa y se perdió de vista de sus amigos. Al darse cuenta de que estaba solo, comenzó a sentirse asustado y nervioso.
Empezó a correr de un lado a otro sin rumbo fijo, sin saber cómo encontrar el camino de regreso a casa. -¡José! ¡José! ¿Dónde estás? -gritaban Martín y Sofía mientras lo buscaban por todo el parque.
Finalmente, después de un rato de búsqueda, Martín recordó que José siempre se distraía con las mariposas. Así que decidieron buscar cerca de los árboles donde solían revolotear las mariposas. Y ahí estaba José, maravillado mirando una hermosa mariposa amarilla.
-¡José! ¡Qué susto nos diste! -exclamó Sofía al abrazarlo fuertemente. -Lo siento chicos, me distraje otra vez -dijo José apenado. Martín le sonrió y le dijo: -No importa José, lo importante es que estás bien.
Pero debemos ser más cuidadosos la próxima vez. Desde ese día, los tres amigos idearon un plan para ayudar a José a mantenerse concentrado y seguro.
Crearon señales secretas para recordarle cosas importantes como mirar antes de cruzar la calle o no alejarse demasiado cuando estuvieran juntos en lugares públicos. Con el tiempo, gracias al apoyo y comprensión de sus amigos, José aprendió a controlar su TDAH y a enfrentar los desafíos cotidianos con valentía.
Ya no se sentía diferente ni excluido; al contrario, se sentía parte fundamental del grupo por su creatividad e imaginación únicas.
Una tarde soleada en Villa Feliz, mientras los tres amigos construían un fuerte con ramas y hojas en el bosque cercano al pueblo, Martín exclamó emocionado:-¡Gracias por ser nuestro amigo tan especial! Y así fue como José descubrió que tener TDAH no era algo malo; simplemente significaba ver el mundo desde una perspectiva diferente y única.
Y aunque a veces podía ser difícil concentrarse o seguir las reglas al pie de la letra, sabía que contaba con el amor y la amistad incondicional de Martín y Sofía para superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino hacia la felicidad.
FIN.