Juan Manuel y el Pueblo Verde



Había una vez en un pequeño pueblo de la montaña llamado San Juan, vivía una torta negra llamada Juan Manuel. Él era el postre favorito en todas las fiestas y eventos importantes del pueblo.

Un día, mientras se preparaba para ser servido en una boda, Juan Manuel escuchó a los invitados comentando que la montaña estaba sufriendo por la deforestación y la falta de cuidado del medio ambiente.

Esto hizo que Juan Manuel reflexionara sobre su propio papel en el mundo y cómo podía ayudar a proteger la naturaleza. Decidió salir a explorar el bosque cercano para encontrar formas de ayudar.

En su camino, conoció al Sol, quien le explicó cómo sus rayos ayudaban a mantener vivo todo lo que crecía en el bosque. Luego se encontró con una Montaña sabia, quien le enseñó sobre la importancia de proteger los árboles y mantener limpios los ríos.

Juan Manuel regresó al pueblo lleno de energía e ideas para hacer cambios positivos. Comenzó por incentivar a todos los vecinos a plantar más árboles y reagarrar basura del río local.

También habló con los panaderos locales para asegurarse de que usaran ingredientes orgánicos y sostenibles en sus pasteles. Pero no todos estaban contentos con estos cambios; algunos pensaron que eran demasiado costosos o difíciles de implementar.

Sin embargo, Juan Manuel no se detuvo ante las críticas y siguió trabajando duro para educar a todos sobre la importancia del cuidado del medio ambiente. Finalmente, gracias al esfuerzo conjunto de toda la comunidad liderada por Juan Manuel, la montaña comenzó a recuperarse y el bosque floreció una vez más.

El pueblo se convirtió en un ejemplo de cómo pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia. En la siguiente fiesta del pueblo, todos disfrutaron de una torta negra Juan Manuel especial, con ingredientes orgánicos y decorada con hojas verdes y frutas frescas.

Y mientras comían, recordaban la historia del valiente postre que lideró el cambio hacia un mundo más sostenible. "Gracias por enseñarnos tanto, Juan Manuel", dijo uno de los vecinos. "No fue nada", respondió humildemente Juan Manuel.

"Solo quería hacer mi parte para cuidar nuestro hogar".

FIN.

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