Juan, Max y la gallina valiente


Juan era un niño aventurero y curioso. Siempre estaba buscando algo nuevo para explorar con su fiel perro, Max. Un día, mientras caminaban por el campo, Juan vio a una pequeña gallina perdida.

La gallina parecía asustada y sola. Juan se acercó lentamente a la gallina mientras Max la olfateaba curiosamente. La gallina no parecía tener dueño y Juan decidió llevarla consigo. "¿Qué hacemos ahora con la gallina, Max?"- preguntó Juan a su perro.

Max ladró emocionado como si estuviera de acuerdo en llevar a la gallina a casa.

Cuando llegaron a casa, la mamá de Juan no estaba muy contenta al principio al ver que habían traído una gallina pero después de escuchar cómo encontraron a la pobre ave perdida en el campo decidió ayudarlos.

"Bueno chicos, tendremos que buscar un lugar seguro para ella" - dijo la mamá de JuanDespués de buscar por toda la casa, finalmente encontraron un lugar perfecto para ella: el viejo corral del jardín trasero. Juan y Max construyeron un pequeño refugio para ella usando algunos palos y hojas secas que encontraron en el bosque cercano. También le dieron agua fresca y granos para comer.

La pequeña gallina se sintió segura y cómoda en su nuevo hogar gracias al cuidado que recibió del equipo valiente compuesto por Juan y Max. Pero las cosas tomaron un giro inesperado cuando una noche escucharon ruidos extraños afuera del corral.

Cuando fueron a investigar, descubrieron que un zorro había estado tratando de entrar al corral para llevarse a la gallina. "¡Tenemos que hacer algo, Max!"- dijo Juan emocionado y preocupado por su nueva amiga.

Así que Juan decidió construir una cerca más alta y fuerte alrededor del corral para mantener a salvo a la gallina. Con la ayuda de Max, trabajaron duro durante todo el día para asegurarse de que nadie pudiera lastimarla.

Después de esa noche, la gallina vivió feliz y segura en su nuevo hogar gracias al amor y cuidado de Juan y Max.

Y así fue como aprendieron sobre el valor de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio y cómo trabajar duro puede lograr grandes cosas. Desde entonces, Juan siempre recordaría esa aventura con cariño cada vez que visitaba a su pequeña amiga en el corral.

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