Juan y el 17 de octubre
Juan era un niño de 9 años que vivía en Argentina. Había oído hablar mucho sobre el 17 de octubre y quería ser parte de la historia. Así que decidió ir a la plaza para ver qué sucedía.
Cuando Juan llegó a la plaza, se dio cuenta de que había mucha gente reunida allí. La multitud estaba llena de banderas argentinas y carteles con mensajes patrióticos.
De repente, alguien gritó: "¡Lo liberaron a Perón!" Juan no podía creer lo que acababa de escuchar. Realmente iba a ser parte de la historia. La multitud comenzó a cantar canciones populares y bailar al ritmo del tambor y los bombos.
Juan se unió al grupo y pronto se encontraba saltando junto con ellos. De repente, un hombre mayor se acercó a él y le preguntó: "¿Sabes quién es Perón?" Juan respondió: "Sé que es importante para el país".
El hombre sonrió y dijo: "Así es, hijo mío. Perón luchó por los derechos del pueblo trabajador argentino". Juan estaba fascinado con todo lo que estaba aprendiendo ese día en la plaza. Se sintió orgulloso de formar parte del movimiento popular.
Sin embargo, cuando pensaba que todo había terminado, algo inesperado sucedió: una pequeña pelea estalló entre dos grupos diferentes dentro de la multitud.
La situación empeoraba cada vez más hasta que apareció un señor mayor con barba blanca muy conocido por todos: ¡era Perón! Los líderes rivales detuvieron su discusión al instante cuando lo vieron llegar. Perón habló con ellos y les recordó que el verdadero enemigo del pueblo argentino era la pobreza y la desigualdad, no los compañeros de lucha.
Los líderes se dieron cuenta de su error y se disculparon entre ellos. Juan estaba impresionado por lo que había visto.
Había aprendido que incluso las personas más importantes pueden tener diferencias, pero siempre deben trabajar juntas para lograr un objetivo común. Al final del día, Juan regresó a casa con una sonrisa en su rostro. Se sentía inspirado por todo lo que había experimentado en la plaza ese día.
Sabía que quería ser parte del cambio positivo en su país también.