Juan y su encuentro con la curación divina


Había una vez un hombre llamado Juan que había nacido con una discapacidad en sus piernas y no podía caminar.

A pesar de su limitación, siempre trataba de ser feliz y hacer lo mejor que podía con lo que tenía. Un día, escuchó hablar sobre un hombre llamado Jesús que tenía el poder de sanar a las personas enfermas. Juan decidió buscar a Jesús para ver si él podría curarlo.

Con mucho esfuerzo, se arrastró por el suelo hasta llegar a la ciudad donde se decía que estaba Jesús. Cuando finalmente llegó al lugar donde estaba Jesús, encontró una multitud enorme reunida allí. No pudo acercarse debido a la cantidad de gente, pero no se rindió.

Se quedó allí esperando pacientemente su turno. Después de varias horas, finalmente llegó su momento. Jesús vio a Juan y notó su discapacidad.

Sin embargo, en lugar de sanarlo inmediatamente, le preguntó:- ¿Por qué quieres ser curado? Juan respondió: - Quiero caminar para poder trabajar y ayudar a mi familia. Jesús sonrió y le dijo:- Levántate y toma tu manta. De repente, los pies de Juan comenzaron a moverse solos mientras se levantaba del suelo.

La multitud se sorprendió al verlo caminando hacia ellos sin ayuda alguna. Juan estaba tan emocionado que empezó a saltar y correr por todas partes como nunca antes había hecho en toda su vida.

A partir de ese día, Juan vivió una vida completamente nueva llena de posibilidades ilimitadas gracias al milagroso poder de Jesús. Aprendió que nunca debía rendirse y siempre buscar ayuda cuando la necesitaba.

Desde entonces, Juan se convirtió en un gran ejemplo de perseverancia y valentía para todas las personas que lo conocían.

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