Juana y el Día de la Aventura



Era un día soleado y Juana, una niña de cinco años con una sonrisa radiante, se preparaba para su primer día de colegio. Estaba muy nerviosa y sus manos temblaban un poco. "¿Y si no me hacen amigos?" - se preguntaba, mientras su mamá le daba un abrazo reconfortante. "¡No te preocupes, Juana! Todos estarán emocionados de conocerte" - le dijo su mamá con cariño.

Al llegar al colegio, Juana vio un grupo de niños jugando en el patio. Su corazón latía rápido. "Hola, yo soy Juana" - dijo, con voz temblorosa mientras se acercaba. Los niños la miraron y, para su sorpresa, uno de ellos respondió: "¡Hola Juana! Yo soy Lucas, vení a jugar con nosotros!" Juana se sintió más tranquila y aceptó la invitación. Jugaron a las escondidas y a todos les encantó la forma en que ella usaba su silla de ruedas para moverse rápido.

A medida que pasaba el día, Juana se dio cuenta de que tenía mucho para compartir. "¡Miren! ¡Puedo contar chistes!" - dijo con alegría, y los demás niños se rieron cuando ella les contó uno muy divertido. Juana se sintió feliz y, al final del día, comprendió que aunque al principio estaba nerviosa, había hecho nuevos amigos y vivió una gran aventura. "¡No puedo esperar para volver mañana!" - exclamó, llena de emoción, lista para otro día en su nuevo colegio.

FIN.

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