Juana y su aventura de amistad y equilibrio


Juana era una niña muy tímida y solitaria. Pasaba la mayor parte de su tiempo jugando con sus muñecas en su habitación, sin salir a jugar afuera o hacer amigos.

Pero un día, mientras cambiaba la ropa de su muñeca favorita por enésima vez, Juana se dio cuenta de que estaba aburrida y quería algo más emocionante. Decidió dejar sus muñecas por un rato y salir a explorar el mundo exterior.

Al principio se sintió un poco nerviosa, pero pronto descubrió que había mucho más para ver y hacer allí afuera. Mientras caminaba por el parque cercano a su casa, Juana vio a un grupo de niños jugando al fútbol.

Se acercó tímidamente y les preguntó si podía unirse al juego. Los niños aceptaron encantados y pronto se hizo amiga de todos ellos. Después del partido de fútbol, Juana fue invitada a jugar con ellos todos los días después del colegio.

También comenzó a conocer otros niños en el vecindario mientras exploraba nuevos lugares para jugar. Juana estaba tan feliz haciendo nuevos amigos que se olvidó completamente de sus muñecas.

Ya no pasaba todo su tiempo dentro de casa jugando sola; ahora tenía aventuras emocionantes cada día junto a sus amigos. Pero entonces ocurrió algo inesperado: una tarde mientras estaban jugando en el parque, uno de los niños accidentalmente rompió la pierna de su muñeca favorita durante una sesión improvisada del —"hospital" .

Juana estaba devastada al ver lo que había pasado. "¡Oh no! ¡Mi muñeca favorita está rota! ¿Qué voy a hacer?" -lloró Juana.

Los niños se dieron cuenta de lo importante que era esa muñeca para Juana y comenzaron a pensar en cómo podrían ayudarla. Decidieron juntar sus juguetes rotos y arreglarlos como un equipo. Después de horas de trabajo, lograron reparar la muñeca favorita de Juana.

Juana estaba tan feliz y agradecida por el esfuerzo que hicieron sus amigos para ayudarla. Se dio cuenta entonces que no tenía que dejar su amor por las muñecas, sino encontrar un equilibrio entre jugar con ellas y disfrutar del mundo exterior junto a sus amigos.

A partir de ese día, Juana siguió saliendo afuera todos los días para jugar con sus amigos mientras también dedicaba tiempo para cuidar y jugar con sus amadas muñecas en casa.

Aprendió una valiosa lección sobre la importancia del equilibrio en la vida: no tienes que renunciar a algo que te gusta para disfrutar otras cosas nuevas. Lo importante es encontrar el equilibrio adecuado entre todas las actividades que te gustan hacer.

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