Juana y su valiente decisión



Juana era una niña muy alegre y creativa, a la que siempre le encantaba ayudar a los demás. Sin embargo, en la escuela comenzó a tener un problema con algunos compañeros que siempre le quitaban la comida en el recreo. A pesar de sentirse mal, Juana solía decir que sí cuando le pedían su merienda. Un día, cansada de esto, decidió hablar con su mamá.

- Mamá, me siento mal cuando me quitan la comida en el recreo, pero no sé cómo decir que no -le confesó Juana a su mamá, quien la escuchó atentamente.

- Juana, es importante que aprendas a decir que no cuando algo te hace sentir incómoda. No tienes por qué permitir que te traten mal. ¿Quieres que practiquemos juntas? -respondió su mamá con amor.

Desde ese momento, Juana y su mamá practicaron diferentes situaciones en las que Juana tenía que decir que no de manera amable pero firme. La niña se sintió más segura y lista para enfrentar a sus compañeros.

Al día siguiente, en el recreo, Juana se preparó para decir que no si alguien intentaba quitarle su comida. Y así sucedió. Uno de sus compañeros se acercó y le pidió su merienda. Juana respiró hondo y con amabilidad dijo: -Lo siento, esta merienda es solo para mí, pero si quieres podemos compartir después. El compañero, sorprendido, aceptó y se fue a jugar.

Desde ese día, Juana se sintió más tranquila y feliz, y aprendió que decir que no no significa ser egoísta, sino cuidar de uno mismo. Además, descubrió que al decir que sí de manera generosa pero firme, podía mantener su alegría ayudando a los demás, sin descuidar su propia felicidad.

FIN.

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