Juancito en busca del tesoro solidario

Juancito era conocido en su escuela como el niño más travieso de todos. Siempre estaba haciendo travesuras y metiéndose en problemas.

Un día, la maestra les habló a todos los alumnos sobre la importancia de ayudar a quienes más lo necesitan. "Chicos, es importante ser solidarios y ayudar a los demás siempre que podamos", les dijo la maestra. Todos estuvieron de acuerdo, pero Juancito no parecía muy interesado en eso.

Hasta que un día, durante el recreo, Juancito se tropezó con un mapa antiguo que mostraba la ubicación de un tesoro escondido en el patio de la escuela. Emocionado, Juancito decidió seguir el mapa y buscar el tesoro.

Conforme avanzaba, encontraba pistas que lo llevaban a ayudar a sus compañeros con pequeñas tareas, como recoger la basura, ayudar a recoger los juguetes, o consolar a un amigo que se sentía triste.

Al final del camino, Juancito encontró el tesoro, pero en su interior no había monedas de oro ni gemas brillantes, en su lugar había cartas de agradecimiento y dibujos de los amigos a los que había ayudado. Juancito entendió en ese momento que el verdadero tesoro era haber ayudado a otros y hacerlos sentir felices.

Desde ese día, Juancito se convirtió en el niño más solidario de la escuela, siempre dispuesto a ayudar a sus compañeros en todo momento.