Juanita y el cumpleaños mágico
Había una vez una niña llamada Juanita que vivía en un pequeño pueblo de Argentina. Estaba a punto de cumplir 7 años y estaba muy emocionada por su cumpleaños.
Su mamá le había prometido una fiesta con todos sus amigos, pero lo que Juanita no sabía era que ese día iba a ser aún más especial de lo que imaginaba. La mañana del cumpleaños, mientras Juanita se preparaba para la fiesta, escuchó unos ruiditos provenientes del jardín.
Curiosa, salió corriendo para ver qué era y se encontró con una perrita perdida. La perrita parecía asustada y desorientada, así que Juanita decidió acercarse lentamente hacia ella. "Hola, ¿estás perdida?"- preguntó Juanita con voz suave.
La perrita movió la cola emocionada y lamió la mano de Juanita. Era amor a primera vista. Sin pensarlo dos veces, Juanita decidió adoptarla y llevarla a casa como su nueva mascota.
Cuando llegaron a casa, los ojos de Juanita brillaban de felicidad al ver la cara sorprendida de su mamá al conocer a la nueva integrante de la familia. Decidieron llamarla Luna porque tenía unos ojitos brillantes como las estrellas en el cielo nocturno.
La fiesta comenzó y todos los amigos de Juanita llegaron llenos de alegría y regalos para celebrar su cumpleaños.
Pero justo cuando estaban por cantarle el "Feliz Cumpleaños", algo mágico ocurrió: apareció un destello dorado en medio del salón y de repente, una hermosa ada madrina apareció frente a Juanita. "¡Feliz cumpleaños, querida Juanita!"- dijo el hada con una sonrisa brillante. "He venido para hacer de este día algo aún más especial".
Juanita estaba emocionada y no podía creer lo que estaba viendo. El hada hizo aparecer un carrusel mágico en el jardín, donde todos los niños disfrutaron de un paseo lleno de risas y diversión. Luego, el hada les enseñó a todos a jugar al escondite mágico.
Cada vez que alguien se escondía, el hada hacía aparecer pequeñas luces parpadeantes para ayudarlos a encontrarlos. Fue un juego emocionante que divirtió a todos los invitados. Después de tanto jugar, llegó la hora del pastel.
El hada hizo aparecer un pastel enorme con velitas que bailaban al ritmo de la música. Todos cantaron feliz cumpleaños mientras Juanita soplaba las velas con todas sus fuerzas.
El día terminó con una gran sorpresa: cada uno de los amigos de Juanita recibió un regalo especial del hada madrina como recuerdo de ese día tan maravilloso. Juanita nunca olvidaría su cumpleaños número 7.
No solo había encontrado a Luna, su fiel compañera, sino que también había conocido a su ada madrina quien le hizo pasar un día lleno de magia y alegría. Desde aquel día, Juanita aprendió la importancia de ser amable con los animales perdidos y siempre recordaría la visita inolvidable del hada madrina en su cumpleaños.
Y así, Juanita y Luna vivieron muchas aventuras juntas, siempre recordando aquel día especial que cambió sus vidas para siempre.
FIN.