Juanito y el gran descubrimiento


-¡Juanito, es hora de levantarse! -exclamó mamá mientras abría las cortinas de la habitación.

-¿Otra vez a la escuela, mamá? No quiero ir, no entiendo por qué tengo que trabajar tanto. No me divierto y no gano nada de dinero -responde Juanito con desgano.

Mamá suspiró y le explicó que el trabajo y el esfuerzo son importantes para construir un futuro mejor. Juanito no lo entendía, pero decidió ir a la escuela de todas formas. En el recreo, se acercó a su amigo Tomás y le contó lo que le pasaba.

-¡Tengo una idea! -exclamó Tomás emocionado-. He escuchado que el Sr. Smith, dueño de la tienda de caramelos, está buscando a alguien para ayudar en su tienda. Podrías probar a trabajar allí y ver qué sucede.

Con esperanza en su corazón, Juanito se dirigió a la tienda de caramelos y se ofreció para trabajar. El Sr. Smith, impresionado por su valentía, lo contrató de inmediato. Juanito descubrió que el trabajo no solo implicaba esfuerzo, sino también aprendizaje, responsabilidad y gratificación.

Después de un mes, el Sr. Smith le pagó su primer sueldo a Juanito. ¡Por fin tenía dinero propio! Estaba emocionado y orgulloso de su logro. Decidió ahorrar parte de su sueldo y el resto lo compartió con su familia.

Mamá y papá se sorprendieron al ver a Juanito tan motivado y responsable. Comprendieron que el trabajo le había enseñado valiosas lecciones. Juanito les explicó que el trabajo no solo trae dinero, sino también satisfacción personal y la oportunidad de hacer realidad sus sueños.

A partir de ese día, Juanito continuó trabajando en la tienda de caramelos, estudiando y ahorrando su dinero. Con el tiempo, logró cumplir su sueño de abrir su propia tienda de dulces, donde se esforzaba cada día con alegría y pasión.

-¡Nunca pensé que el trabajo sería tan emocionante y gratificante! -exclamó Juanito, orgulloso de todo lo que había logrado.

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