Juanito y el Mar Limpio


Había una vez un simpático dinosaurio llamado Juanito que vivía en un hermoso planeta llamado Tierra. A Juanito le encantaba explorar y descubrir cosas nuevas, pero había algo que siempre le preocupaba: la contaminación del mar.

Un día, mientras caminaba por la playa, Juanito se encontró con un grupo de peces tristes. "-Hola amigos, ¿por qué están tan tristes?" preguntó el curioso dinosaurio.

Uno de los peces respondió con voz apagada: "-Estamos tristes porque nuestro hogar está lleno de basura y contaminación. No podemos respirar bien y nuestras amigas las ballenas también sufren mucho. "Juanito se entristeció al escuchar esto y decidió buscar una solución.

Se fue directo a hablar con las ballenas para entender mejor lo que sucedía. "-Hola ballenitas, ¿qué les pasa?" preguntó el dinosaurio. Una de las ballenas respondió con voz profunda: "-Estamos muy preocupadas por la cantidad de plástico que hay en el océano.

Nos confunde y nos hace daño cuando lo ingerimos sin querer. "Juanito sintió mucha empatía por ellas y decidió tomar cartas en el asunto.

Se puso su sombrero explorador y comenzó a investigar sobre cómo ayudar al mar y a sus amigos los peces y las ballenas. Luego de leer muchos libros e investigar en internet, Juanito descubrió una palabra mágica: reciclaje. Aprendió que si todos aprendemos a separar nuestros residuos correctamente, podemos evitar que lleguen al mar.

Entusiasmado con esta idea, Juanito organizó talleres educativos para enseñar a todos los habitantes del planeta Tierra sobre la importancia del reciclaje. Les mostró cómo separar el papel, el vidrio y el plástico en diferentes contenedores.

Poco a poco, las personas comenzaron a entender la importancia de cuidar el mar y se unieron al plan de Juanito. Las escuelas enseñaban sobre reciclaje, los supermercados promovían bolsas reutilizables y todos colaboraban para mantener limpias las playas.

El esfuerzo valió la pena y pronto se vieron resultados. El mar estaba más limpio que nunca, los peces y las ballenas volvieron a sonreír y todo gracias al gran trabajo en equipo. Juanito se convirtió en un héroe muy querido por todos.

Cada año, en su honor, se celebraba una fiesta llamada "Día del Reciclaje" donde todos recordaban lo importante que es cuidar nuestro hogar: el planeta Tierra.

Desde ese día, Juanito siguió explorando y descubriendo cosas nuevas con mucho cuidado para no dañar su amado mar. Y cada vez que veía una botella o algún plástico abandonado en la playa, lo recogía y lo llevaba al contenedor adecuado.

Así fue como Juanito demostró que incluso un pequeño dinosaurio puede hacer grandes cambios si pone su corazón en ello. Y tú también puedes ayudar al planeta Tierra ¡Recuerda siempre reciclar!

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