Juanito y la Magia de las Frutas



En un hermoso jardín de infantes llamado "Arcoíris Feliz", todos los niños eran muy felices jugando y aprendiendo cada día. La maestra, la señorita Laura, siempre se esforzaba por enseñarles la importancia de una alimentación saludable.

Un día, llegó al jardín un nuevo niño llamado Juanito. Juanito era muy travieso y le encantaba comer golosinas todo el tiempo. No le gustaban las frutas ni las verduras, solo quería galletitas y caramelos.

La señorita Laura notó que Juanito no comía bien y decidió hablar con él. Le explicó lo importante que era comer alimentos saludables para crecer fuerte y feliz. Pero Juanito no quería escucharla, él solo quería seguir comiendo sus golosinas.

"¡Pero Juanito! Las frutas y las verduras son deliciosas y te van a hacer sentir mucho mejor", le decía la señorita Laura con cariño. Juanito no le hizo caso y siguió comiendo sus golosinas en el recreo.

Pero algo extraño comenzó a suceder: poco a poco, las golosinas empezaron a perder su sabor y ya no le gustaban tanto como antes. Se sentía cansado y sin energías para jugar con sus amigos.

Un día, durante una clase sobre los diferentes grupos de alimentos, la señorita Laura les mostró a los niños una variedad de frutas coloridas: manzanas rojas, bananas amarillas, naranjas anaranjadas y uvas moradas. "¿Quieren probar estas deliciosas frutas?" -preguntó la maestra entusiasmada.

Todos los niños corrieron emocionados a probar las frutas, menos Juanito. Él se quedó en su lugar mirando desconfiado las frutas. "Vamos Juanito, inténtalo. Te prometo que te va a gustar", dijo la señorita Laura animándolo. Finalmente, Juanito decidió probar una manzana roja.

Al darle un mordisco, descubrió lo sabrosa que era y cómo le refrescaba la boca. Poco a poco fue probando todas las frutas y descubriendo lo rico que era comer sano.

Desde ese día, Juanito dejó de lado las golosinas y empezó a llevar frutas en su lonchera al jardín de infantes. Se sentía más activo, feliz e incluso había hecho nuevos amigos al unirse a ellos en juegos llenos de energía.

La señorita Laura estaba muy orgullosa de Juanito por haber entendido la importancia de una alimentación saludable. Y así, en el jardín "Arcoíris Feliz", todos los niños aprendieron juntos que comer sano no solo es bueno para el cuerpo sino también para el corazón.

FIN.

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