Juanito y las Bananas del Gorila Pedro



Era un hermoso día en la jungla. El sol brillaba, las hojas susurraban con la brisa y los animales jugaban contentos. Pero en una parte de la selva, había un monito llamado Juanito que tenía una tarea muy importante: esquivar las bananas que su amigo, el gorila Pedro, lanzaba con todas sus fuerzas.

Juanito, que era un monito muy ágil, había aprendido desde pequeño a saltar y trepar. Pero cada vez que Pedro se ponía a jugar a arrojar bananas, era un verdadero desafío.

Un día, mientras todos los animales estaban reunidos en la gran piedra del centro de la jungla, Pedro decidió que quería jugar a lanzar bananas a Juanito, quien saltaba y se movía con destreza.

"¡Juanito! ¡Atrápalas si puedes!" - gritó Pedro emocionado, mientras lanzaba una banana al aire.

Juanito comenzó a saltar y a esquivar las frutas voladoras con habilidad, pero de repente, Pedro lanzó una banana con más fuerza de la que había lanzado antes. Juanito no la vio venir y, sin querer, tropezó con una cáscara de banana caída al suelo.

"¡Ay!" - exclamó Juanito mientras caía, sin poder evitarlo.

Justo en ese momento, una gran roca que estaba al borde del pozo sin fin comenzó a tambalearse. Juanito logró agarrarse con una mano mientras se colgaba del borde. ¡Qué susto!"¡Pedro! ¡Ayúdame!" - gritó Juanito.

Pedro, muy preocupado por su amigo, corrió hacia él.

"¡Sujétate fuerte, Juanito!" - le dijo mientras extendía su brazo.

Con un gran esfuerzo, Pedro logró agarrar a Juanito y jalarlo hacia arriba, salvándolo del pozo sin fin.

"¡Gracias, Pedro! Estuve a punto de caer en un lío muy grande", dijo Juanito, aún tembloroso.

"Lo siento, Juanito. No quise que eso pasara. Solo quería divertirme" - dijo Pedro, con un tono de culpa en su voz.

Juanito, viendo que su amigo estaba triste, le hizo un gesto de alegría.

"No te preocupes. Estar con amigos y jugar es lo más importante. Pero tal vez deberías lanzar las bananas un poco más despacio para que pueda esquivarlas mejor" - sugirió Juanito.

Pedro asintió con la cabeza, comprendiendo que la diversión siempre debe ser segura.

Ambos acordaron que, a partir de entonces, jugarían a un nuevo desafío.

"¿Qué te parece si yo trato de esquivar las bananas, pero tú las lanzas desde el suelo, así no vuelan tan alto?" - propuso Juanito.

"¡Eso suena genial! Así podemos divertirnos sin riesgos. ¡Y yo podré ver cómo saltas!" - respondió Pedro sonriendo.

Así, Juanito y Pedro comenzaron a jugar al nuevo juego, donde Juanito podía esquivar las bananas lanzadas de manera segura. Los otros animales de la jungla se acercaron para ver la diversión, y pronto se unieron al juego, convirtiéndose en un etiquetado de diversión para todos.

"¡Es increíble cómo podemos divertirnos y cuidarnos al mismo tiempo!" - exclamó un perezoso, mientras se unía a la fiesta.

Con el tiempo, Juanito y Pedro aprendieron que siempre hay formas de divertirse manteniendo la seguridad de todos. La jungla se llenó de risas y juegos, y los dos amigos se volvieron más unidos que nunca, siempre recordando que lo más importante era cuidar de cada uno y disfrutar de la compañía.

Y así, todos vivieron felices en su jungla, donde el juego y la amistad fueron siempre la prioridad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!