Juanito y los animales sabios



Había una vez un niño llamado Juanito, que vivía en un pequeño pueblo de Argentina. Juanito era muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras para vivir.

Un día, escuchó hablar sobre Don Bosco, un hombre sabio y bondadoso que ayudaba a los niños necesitados. Intrigado por las historias que había oído, Juanito decidió ir en busca de Don Bosco para conocerlo. Caminó durante días hasta llegar a la ciudad donde se encontraba el famoso hombre.

Pero cuando llegó allí, se dio cuenta de que Don Bosco no se encontraba en su hogar. Desilusionado pero decidido a no rendirse, Juanito comenzó a preguntar a los habitantes del lugar sobre el paradero de Don Bosco.

Uno de ellos le dijo: "He escuchado rumores de que ha ido al bosque cercano para meditar". Sin pensarlo dos veces, Juanito se dirigió al bosque con la esperanza de encontrarlo.

Al adentrarse en el espeso bosque, Juanito se encontró con una sorpresa inesperada. ¡Un grupo de animales parlantes! Había un conejo llamado Pancho, una ardilla llamada Anita y un búho llamado Oliverio. - ¡Hola! ¿Quién eres tú? -preguntó Pancho el conejo sorprendido al ver a Juanito.

- Soy Juanito y estoy buscando a Don Bosco -respondió emocionado-. ¿Han oído algo sobre él? Los animales intercambiaron miradas entre sí antes de responder.

Finalmente, Anita la ardilla habló: "Hemos visto a Don Bosco varias veces aquí en el bosque. Él viene a meditar y encontrar la paz". Juanito se llenó de alegría al escuchar eso. "¿Pueden llevarme hasta él?" -preguntó ansioso. Los animales asintieron y guiaron a Juanito por un sendero oculto en el bosque.

Después de un largo camino, finalmente llegaron a un claro donde encontraron a Don Bosco, sentado tranquilamente bajo un árbol. - ¡Don Bosco! -exclamó Juanito emocionado-. He venido para conocerte y aprender de ti.

Don Bosco sonrió amablemente y le dio la bienvenida. Durante horas, Juanito escuchó atentamente las enseñanzas de Don Bosco sobre el amor, la amistad y la importancia de ayudar a los demás.

Después de pasar tiempo juntos, Don Bosco le dijo a Juanito: "Ahora es tu turno de compartir lo que has aprendido con los demás". Juanito regresó a su pueblo con el corazón lleno de sabiduría y ganas de hacer una diferencia en su comunidad.

Comenzó a organizar actividades recreativas para los niños del pueblo, como juegos divertidos y talleres educativos. Pronto, más niños se unieron a las actividades de Juanito, formando una gran comunidad llena de risas y aprendizaje.

Los padres del pueblo también apreciaban el trabajo que estaba haciendo Juanito por sus hijos. Con el tiempo, la fama del pequeño Juanito se extendió más allá del pueblo. Muchos otros niños querían conocerlo y aprender junto a él.

Y así fue como Juanito se convirtió en un verdadero líder inspirador para todos los niños de Argentina. La historia de Juanito y su experiencia con Don Bosco nos enseña la importancia de buscar sabiduría y compartirla con los demás.

Nos muestra que todos podemos marcar la diferencia en el mundo, sin importar nuestra edad o tamaño. Y lo más importante, nos recuerda que siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos en nuestro camino hacia el crecimiento personal.

FIN.

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