Jugando con herramientas en la lluvia


Era un día soleado en el taller mecánico de Pablo, donde se encontraba trabajando en su coche. Vero y Valen llegaron para visitarlo y ayudarlo en lo que necesitara.

-¡Hola papá! ¿En qué podemos ayudarte hoy? - preguntó Valen emocionada. -Pues, tengo que cambiar las pastillas de freno delanteras y no sé cómo hacerlo- respondió Pablo con una sonrisa. Vero y Valen se pusieron manos a la obra, sacaron las herramientas necesarias y comenzaron a trabajar juntos.

Mientras tanto, Pablo les explicaba cada uno de los pasos para realizar la tarea correctamente.

-Primero hay que aflojar los tornillos del neumático - indicó Pablo mientras señalaba las piezas correspondientes - Luego hay que levantar el auto con el gato hidráulico y retirar el neumático para acceder a las pastillas de freno. Valen estaba fascinada con todo lo que su padre le enseñaba, mientras Vero seguía sus instrucciones al pie de la letra.

Pero justo cuando estaban por terminar, ocurrió algo inesperado: una lluvia torrencial empezó a caer sobre ellos. -¡Oh no! No podemos dejar el auto así sin las pastillas nuevas - exclamó Vero preocupada mientras observaba hacia afuera.

-No te preocupes Vero, tenemos una carpa aquí mismo en el taller. Podemos refugiarnos ahí hasta que pare la tormenta - dijo Pablo tranquilamente mientras recogía sus herramientas. Así fue como los tres se metieron debajo de la carpa y esperaron pacientemente a que pasara la lluvia.

Mientras tanto, Valen y Pablo comenzaron a jugar al "veo, veo" para pasar el tiempo. -¡Veo, veo! - dijo Valen emocionada - ¿Qué ves? -Veo algo que empieza con la letra A - respondió Pablo sonriendo.

-¿Es una herramienta del taller? - preguntó Vero intentando adivinar. -No, no es una herramienta. Es un animal muy animal y simpático que vive en los árboles - dijo Valen emocionada mientras saltaba de alegría.

-¡Un mono! ¡Lo has adivinado Vero! - exclamó Pablo sorprendido. Mientras tanto, la lluvia empezó a disminuir y finalmente paró. Los tres salieron de debajo de la carpa y terminaron de cambiar las pastillas de freno del coche sin problemas. -Esto ha sido genial papá.

Me encantaría ayudarte más veces en el taller mecánico - dijo Valen entusiasmada mientras se despedían para irse a casa. -Y yo también me divierto mucho cuando vienes a ayudarme hija.

Siempre aprendemos cosas nuevas juntos - respondió Pablo felizmente mientras les daba un abrazo fuerte. Así fue como Vero, Valen y Pablo aprendieron juntos sobre mecánica automotriz y pasaron un día divertido e inolvidable trabajando juntos en el taller mecánico.

La lluvia no pudo detenerlos ni impedir su espíritu colaborativo y siempre estarán dispuestos a ayudarse mutuamente en todo lo que necesiten.

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