Jugando con mi héroe
Había una vez en la ciudad de Rosario, un niño llamado Nicolás Maseira. Era un gran fanático del fútbol y su jugador favorito era Lionel Messi.
Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, alguien le dijo que había visto a Messi cerca del estadio del club Newell"s Old Boys. Nicolás no podía creerlo y decidió ir a ver por sí mismo. Cuando llegó al estadio, vio a Messi entrenando con algunos amigos.
Nicolás se acercó tímidamente y les preguntó si podía jugar con ellos. Para su sorpresa, Messi lo invitó a unirse al juego. Nicolás estaba emocionado pero también nervioso porque nunca antes había jugado con alguien tan talentoso como Messi.
Pero una vez que empezaron a jugar, se dio cuenta de que no importaba quién era su oponente sino cuánto disfrutaba el juego. Durante el partido, Nicolás aprendió muchas cosas nuevas sobre cómo moverse con el balón y cómo pasarla mejor.
Y aunque perdieron el partido contra Messi y sus amigos, Nicolás fue feliz por haber tenido la oportunidad de jugar junto a su ídolo.
Después del partido, Messi le regaló una camiseta firmada y le dio algunos consejos para mejorar en el fútbol. "Lo importante es divertirse mientras juegas", dijo Messi. "Si te diviertes jugando al fútbol todos los días, siempre tendrás éxito".
Desde ese día en adelante, Nicolás practicó duro todos los días para mejorar sus habilidades en el fútbol. Y aunque nunca volvió a jugar con Messi nuevamente, siempre recordaría ese momento especial cuando tuvo la oportunidad de jugar junto a su héroe.
La moraleja de esta historia es que no importa quién sea tu oponente, siempre debes disfrutar el juego y aprender todo lo que puedas. Si te diviertes jugando al fútbol todos los días, siempre tendrás éxito.
FIN.