Julián y su verdadera belleza


Había una vez un niño llamado Julián, que tenía un pelo muy largo y rizado. Su cabello era tan especial que todos en su ciudad lo admiraban y le decían lo hermoso que lucía.

Julián estaba muy orgulloso de su pelo, pero a veces se sentía incómodo porque le costaba mantenerlo limpio y peinado. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Julián notó que algunos niños se reían de él por su cabello largo.

Esto hizo que se sintiera triste y avergonzado. Decidió ir a casa para hablar con su mamá sobre lo ocurrido. Cuando llegó a casa, Julián encontró a su mamá en la cocina preparando la cena.

Con lágrimas en los ojos, le contó todo lo sucedido en el parque. Su mamá escuchó atentamente y luego le dio un abrazo reconfortante. "Julián, sé que tu cabello es especial y hermoso", dijo su mamá con ternura.

"Pero recuerda que la verdadera belleza está dentro de ti". Julián miró a su mamá confundido. "¿Qué quieres decir?", preguntó. Su mamá sonrió y comenzó a contarle una historia. "Hace mucho tiempo vivía un pequeño pájaro llamado Pepito.

Pepito tenía las plumas más coloridas del bosque y todos los animales quedaban maravillados al verlo volar". Julián se interesó rápidamente por la historia e interrumpió: "¿Y qué pasaba con Pepito?".

Su mamá continuó:"Un día, debido a una tormenta fuerte, Pepito perdió todas sus plumas. Se sintió triste y avergonzado porque ya no era el pájaro más colorido del bosque".

Julián escuchaba atentamente mientras su mamá continuaba:"Pero a medida que pasaban los días, Pepito se dio cuenta de que las plumas no eran lo más importante. Lo que realmente importaba era su valentía, amabilidad y alegría interior". El niño reflexionó sobre la historia de Pepito y cómo se relacionaba con su propio cabello.

"Entonces, ¿crees que debería rasurarme el pelo?", preguntó. Su mamá le acarició el rostro y respondió con amor:"Eso es algo que solo tú puedes decidir, Julián. Recuerda que tu belleza radica en quién eres como persona". Julián pensó por un momento y tomó una decisión.

"Mamá, creo que quiero rasurar mi pelo para mostrarle a todos que soy mucho más que mi apariencia externa", dijo determinado. Al día siguiente, Julián fue al salón de belleza junto a su mamá.

El peluquero entendió su deseo y cuidadosamente rasuró todo su cabello rizado. Cuando Julián se miró en el espejo, vio a un niño valiente y seguro de sí mismo.

Cuando regresaron al parque, todos los niños quedaron sorprendidos al ver a Julián sin su característico pelo largo. Pero en lugar de reírse o burlarse, comenzaron a preguntarle por qué había tomado esa decisión.

Con una sonrisa en el rostro, Julián les explicó: "Quería mostrarles que mi belleza no está en mi cabello, sino en quién soy como persona. Soy valiente, amable y alegre, y eso es lo más importante". Los niños escucharon atentamente las palabras de Julián y comenzaron a admirarlo por su valentía.

A partir de ese día, todos aprendieron la lección de que la verdadera belleza radica en el interior. Julián continuó disfrutando de sus días en el parque con sus amigos, pero esta vez sabiendo que su valor no dependía de cómo luciera su pelo.

Y así, vivió felizmente mostrando al mundo su hermosa personalidad. Y colorín colorado, esta historia ha terminado.

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