Julianna y el misterio del mar



En un hermoso día de verano, Julianna estaba emocionada porque finalmente iba a la playa con sus padres.

La niña de ocho años no podía contener su alegría mientras preparaba su bolso con protector solar, toallas y juguetes para la arena. Al llegar a la costa, Julianna corrió hacia el mar, sintiendo la brisa en su rostro y escuchando el sonido relajante de las olas.

Sus padres la observaban con amor desde la orilla, felices de verla disfrutar tanto. "¡Miren lo que encontré!", gritó Julianna emocionada mientras levantaba una estrella de mar que había visto entre las rocas. "¡Qué hermosa! Recuerda siempre devolverla al mar después de observarla", le recordó su mamá con una sonrisa.

Julianna asintió y cuidadosamente puso la estrella de regreso en el agua, admirando cómo se deslizaba lentamente hacia el fondo marino. Siguió explorando la playa, reagarrando almejas y construyendo castillos de arena junto a sus padres.

De repente, Julianna vio a un niño llorando cerca de un grupo de personas. Sin dudarlo, se acercó con curiosidad y empatía para averiguar qué pasaba. "¿Estás bien? ¿Puedo ayudarte en algo?", preguntó Julianna con amabilidad al niño.

El pequeño le explicó que se había perdido mientras jugaba y no encontraba a su familia. Sin pensarlo dos veces, Julianna tomó su mano y lo llevó hacia sus padres, quienes rápidamente contactaron a los guardavidas para reunirlo con sus seres queridos.

"Gracias por tu ayuda, Julianna. Demostraste ser muy valiente y solidaria", elogió su papá mientras le daba un abrazo orgulloso. La tarde continuó entre risas, juegos y momentos inolvidables en familia.

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte cuando todos juntos disfrutaron de una merienda frente al mar, compartiendo anécdotas del día y planeando futuras aventuras juntos.

Finalmente, cuando llegó el momento de regresar a casa, Julianna abrazó a sus padres con cariño y les dijo:"Gracias por este día tan especial. Aprendí que en la playa podemos divertirnos pero también ayudar a quienes nos necesitan".

Sus padres sonrieron emocionados por las palabras sabias de su hija y juntos caminaron hacia el atardecer llenos de amor, felicidad y respeto por todo lo vivido ese día inolvidable en la playa.

FIN.

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