Julieta, la heroína de los primeros auxilios


Julieta era una niña muy alegre y divertida. Le encantaba jugar con sus amigos en el parque y montar en la calesita con su abi y abu.

Pero un día, mientras jugaba en el parque, Julieta se encontró con una situación que le cambiaría la vida. Ella estaba corriendo detrás de sus amigos cuando tropezó con una piedra y cayó al suelo. Se lastimó la rodilla y comenzó a llorar.

-¡Ay! Me duele mucho -dijo Julieta entre sollozos. -¿Qué pasó, mi amor? -preguntó su abuela preocupada. -Me caí y me lastimé -respondió Julieta mientras señalaba su rodilla herida.

Su abuelo rápidamente tomó un pañuelo para limpiar la herida y luego aplicar un poco de agua oxigenada para desinfectarla. A pesar del dolor, Julieta se sintió mejor después de que sus abuelos le prestaron atención. Después de ese día, Julieta decidió aprender más sobre primeros auxilios para poder ayudar a otros si algo así volviera a pasar.

Empezó a leer libros sobre el tema e incluso se inscribió en un curso básico de primeros auxilios en línea.

Un día, mientras jugaban en el parque nuevamente, uno de los amigos de Julieta cayó de un árbol y parecía haberse torcido el tobillo. Todos los demás niños estaban asustados e indecisos sobre qué hacer, pero no Julieta. Ella recordaba lo que había aprendido sobre primeros auxilios y sabía exactamente qué hacer.

-¡Tranquilos! -dijo Julieta mientras se acercaba al amigo herido-. Vamos a ayudarte. Julieta recordó que debía mantener la calma y pedir ayuda a un adulto cercano.

Rápidamente fue en busca de su abuela, quien llamó a una ambulancia para llevar al niño al hospital. Gracias a la rápida acción de Julieta, el amigo herido recibió atención médica inmediata y se recuperó rápidamente. Desde ese día, todos los amigos de Julieta comenzaron a verla como una líder valiente y protectora.

Incluso algunos niños le preguntaban sobre qué hacer en situaciones de emergencia o cómo prevenir accidentes. Julieta estaba feliz porque había aprendido algo nuevo y útil que podía compartir con los demás.

Y aunque todavía disfrutaba montando en la calesita con sus abuelos, sabía que ahora tenía una nueva habilidad importante que podría usar para ayudar a otros en tiempos difíciles.

Dirección del Cuentito copiada!