Julieta y el secreto del pajarito


Había una vez una niña llamada Julieta, ella era muy dulce y divertida pero le costaba mucho hacer amigos. Siempre se sentía sola en el recreo de la escuela y no sabía cómo acercarse a los demás niños.

Un día, mientras jugaba en el parque cercano a su casa, Julieta vio a un grupo de niños divirtiéndose juntos. Ella quería jugar con ellos pero no se animaba a acercarse. "¿Qué hago?", pensó Julieta para sí misma.

Fue entonces cuando apareció un pequeño pájaro que se posó en su hombro. "Hola Julieta, ¿qué te pasa? Te veo triste", dijo el pajarito.

"Hola amiguito, es que me cuesta tener amigos y siempre me siento sola", respondió Julieta con lágrimas en los ojos. El pajarito le dio palabras de aliento: "No te preocupes, todos tenemos algo especial que ofrecerle al mundo y tú tienes muchas cualidades únicas. Solo tienes que mostrarlas".

Julieta sonrió ante las palabras del pajarito y decidió seguir su consejo. Se acercó al grupo de niños del parque y les preguntó si podía jugar con ellos.

Al principio estuvieron un poco tímidos pero después de unos minutos comenzaron a reírse juntos y pasaron una tarde increíble jugando juntos. Desde ese día, Julieta aprendió que ser ella misma era lo más importante para encontrar amigos verdaderos.

Comenzó a hablar con otros niños sin temor e incluso ayudaba a aquellos que también tenían dificultades para socializar. Un día, mientras caminaba por el parque, Julieta vio a un niño nuevo en la escuela sentado solo en un banco. Se acercó y le preguntó si quería jugar con ella y sus amigos.

El niño aceptó y se divirtió mucho con ellos. Julieta se convirtió en una líder natural del grupo de amigos, siempre dispuesta a ayudar a los demás y hacer que todos se sintieran incluidos.

Aprendió que la amistad no es algo que se da automáticamente, sino que hay que trabajarlo día a día. Y así fue como Julieta aprendió a tener amigos verdaderos gracias al consejo del pajarito y su valentía para ser ella misma.

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