Junior y las normas escolares


Junior era un nene muy inquieto que asistía al jardín de niños. Siempre estaba corriendo y saltando por todos lados, lo cual no era un problema en el patio del colegio, pero sí dentro del salón de clases.

Un día, mientras la maestra explicaba una lección importante, Junior tomó uno de sus juguetes favoritos y comenzó a lanzarlo hacia arriba y atraparlo repetidamente.

La maestra le pidió amablemente que guardara su juguete para poder continuar con la clase, pero Junior no hizo caso. "Junior, por favor guarda tu juguete", dijo la maestra. Pero Junior simplemente se rió y continuó tirando su juguete hacia arriba.

De repente, algo extraño sucedió: el juguete se fue directo hacia la ventana y la rompió en mil pedazos. Todos los niños miraron sorprendidos mientras Junior se quedaba sin habla. La maestra decidió llevar a Junior a hablar con la directora del jardín de niños para discutir lo ocurrido.

Mientras caminaban hacia allí, Junior se sentía muy triste porque sabía que había sido malcriado al ignorar las instrucciones de su maestra.

Cuando llegaron a la oficina de la directora, ella escuchó atentamente lo ocurrido y luego les preguntó:"Junior ¿por qué no guardaste tu juguete cuando te lo pidieron?"Junior respondió tímidamente:"No sé... sólo quería jugar". La directora sonrió gentilmente antes de decir:"Entiendo que quieras jugar, pero debes aprender que hay momentos adecuados para hacerlo.

Cuando la maestra está dando una lección, debes escucharla y respetar su autoridad. Si te sientes aburrido o inquieto, puedes pedir permiso para salir a caminar un poco y volver cuando te sientas mejor".

Junior asintió con la cabeza mientras pensaba en lo que había pasado. Sabía que había cometido un error al no hacer caso a su maestra, pero también sabía que podía aprender de ello.

A partir de ese día, Junior se esforzó por ser más atento en clase y seguir las normas establecidas por sus maestros. Aprendió que jugar era importante, pero también lo era prestar atención y ser respetuoso. Con el tiempo, Junior se convirtió en uno de los estudiantes más destacados del jardín de niños.

Todos sus compañeros lo admiraban por su habilidad para concentrarse y aprender rápido. Y aunque nunca olvidaría aquel incidente con el juguete roto, estaba agradecido por haber aprendido una valiosa lección sobre el respeto y la responsabilidad.

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